El jugador italiano del Villarreal Giuseppe Rossi afirmó hoy que pasó miedo y vergüenza durante los incidentes producidos el martes en el partido Italia- Serbia, inducidos por seguidores radicales de origen serbio, pero destacó que el origen de lo ocurrido es político y no deportivo.
«Era la primera vez que vivía una cosa así», dijo Rossi, integrante del equipo italiano que recibió a Serbia en Génova, en un encuentro clasificatorio para la Eurocopa de 2012 de Ucrania y Polonia que se tuvo que suspender a los seis minutos de juego.
«Creo que este tipo de situaciones deberían estar fuera del fútbol y de cualquier deporte. Mis compañeros y el equipo de Serbia también pasaron mucho miedo. Además, en las gradas había muchos niños y no es bueno que vean cosas así», agregó.
El supuesto «jefe» de los ultras serbios, Ivan Bogdanov, que se encuentra detenido en Italia, explicó que la violencia que desencadenaron en Génova el pasado martes era una protesta contra la Federación de fútbol de Serbia y no tenía matices políticos o nacionalistas.
Bogdanov, de 30 años, cuya foto durante los incidentes ha dado la vuelta al mundo, es el ultra corpulento, con los brazos llenos de tatuajes, con una camiseta con una calavera, y cubierto con un pasamontañas. Encaramado a una valla de contención del estadio se dedicó a romperla con unos alicates y a arrojar bengalas al campo e incitar al resto de hinchas.