El barrio San Cono y Aguas Corrientes comenzó las obras de un espacio que buscará incrementar la integración de sus vecinos, la identidad y el progreso en 100 metros cuadrados.
Tras portón los pozos llegan hasta el agua de un arroyo “subterráneo” que otrora debía cruzarse por Saravia para llegar al hospital.
Las aguas siguen siendo corrientes, aunque por debajo, mientras San Cono sigue mirando desde lo alto el barrio que lo rodea.
Allí, ahora, habrá un salón multioso, “tan ansiado y luchado” y que “desde hace casi tres años estamos por lograr”, dice Ilda Cironi, actual presidente de la comisión.
En un terreno cedido en comodato -500 firmas mediante- frente al Rincón Multicolor ya comenzaro las obras. Las hace posible el aporte del Ministerio de Transporte que apoya a las organizaciones sociales de base para este tipo de proyectos.
La inversión total es de 30 mil dólares. La mitad la pone la cartera de Estado, el resto, con gran esfuerzo, los vecinos.
“Es una tarea pesada, que como contrapartida en dinero también pueden ser horas de trabajo, gestiones, herramientas, y una gama grande de elementos para ofrecer como pago”.
El salón de 100 metros cuadrados de construcción con cocina y dos baños es la primera parte.
“La idea es hacer después una cancha de bochas, una churrasquera cerrada que se plantea como segunda etapa y alguna cosita más”.
Para ello el grupo se abocó a distintos tipos de beneficios, rifas y ampliar una cartera de 150 socios. “Es que en ese salón las actividades serán con beneficio extra para el socio”.
Todo esto conlleva obligaciones. Ante el ministerio hay un plazo de 120 días donde deberá presentarse una rendición de cuentas para que se libre otra partida.
“Por eso ya estamos trabajando en cimentación, acopio de materiales, agua, luz, trámites, tareas de construcción, entre todos, jubilados y vecinos en sus horas libres”. Con este sacrificio se estima que a fin de año se contaría con un salón propio.
INTEGRACIÓN. El objeto de tanto esfuerzo es integrar. “Somos defensores de la participación del ciudadano y del vecino. La sociedad de consumo ha producido un aislamiento de las personas, las familias, y no es bueno para nuestra sociedad”, dice Sironi, quien sostiene que “el mejor lugar para integrarse son esos centros barriales que se hacen en las comunidades, donde podes integrar a la familia y los distintos grupos generacionales”.
“Hablamos de personas solas, grupos de tercera edad, que vivían una solas, totalmente aislada, unas con familiares y otras sin ellos.
Esos pequeños grupos les cambian totalmente la vida. Los seres humanos siente más la problemática de forma aislada. Eso es más pesado. Junto a otros se siente útil porque todas las personas tienen algo para brindarle a la sociedad”, reflexionó.
El ejemplo para Sironi es el propio barrio. “Los esfuerzos aunados produjeron más cambios en esa integración e identidad. Aguas Corrientes era un barrio de calles que se inundaban; hoy cambió el aspecto en lo ambiental, en la salud y hasta en la economía. Hay gente que nos dice que sus propiedades están valiendo diez mil dólares más. Ahora hay pluviales, calles de hormigón y veredas”.
Adelantó que el salón será un nuevo cambio para la vida del barrio. “Es muy necesario en estos momentos que la gente se integre, tenga una identidad y defienda los valores necesarios para una vida pacífica. Un salón lo puede hacer”.