Compromiso, conocimiento y experiencia son los tres elementos con los que, según el ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, los trabajadores de la ex curtiembre Kindale están consiguiendo que la cooperativa El Águila “esté creciendo”. Esto en una infraestructura que “no presenta las mejores condiciones para trabajar”, y con desventaja tecnológica frente a otras empresas del rubro.
Los cooperativistas, mientras tanto, se preparan para definir cómo afrontarán un duro octubre, con el escenario actual de una faena nacional que bajó a la mitad y el Frigorífico de Canelones con su actividad interrumpida por un mes; o se reduce la jornada o trabajadores pasarán al seguro de paro.
Crece el pichón
Brenta dijo encontrarse con “una realidad totalmente nueva”, ya que se nota la renovación de maquinaria, las obras de infraestructura y la recuperación de máquinas que estaban inactivas, además de una operativa en base “a una producción que se está aproximando a los niveles más altos que la curtiembre había alcanzado históricamente”.
Tras recorrer la planta y notar que aunque avanzan las obras de recuperación, aún varios puntos de la misma se llueven, el ministro apuntó que “las condiciones no son las mejores”, pero que aún así se nota la variante de “las condiciones anímicas”.
“Para nosotros los recursos públicos que se asignan a este tipo de emprendimientos deben ser controlados, para que sean adecuadamente aplicados en función de los objetivos establecidos; y acá lo que se ve es que cada peso que se ha colocado en el emprendimiento está puesto en una máquina, en la renovación de las estructuras físicas que estaban bastante lamentables, que se están concretando proyectos, y además están llegando inversores interesados en nuevos negocios”.
Octubre en rojo
“Estamos mejorando, pero con limitaciones”, explicó a los medios el cooperativista Ricardo Pérez. Los trabajadores esperan por el crédito del Fondes, que ascendería a U$S 2.500.000 incluyendo el dinero necesario para la compra de la planta. “Necesitamos tener inversiones dentro de la fábrica”, así como capital de giro que dé “mayor rentabilidad para salir adelante”. La cooperativa “hoy funciona en buenas condiciones, pero no estamos generando el ahorro que se necesita para mejorar con rapidez”, explicó.
La meta inmediata de El Aguila es “salvar octubre”, ya que a la baja de la faena nacional (que pasó de 40 mil a 20 mil animales por semana) se suma el cese transitorio de actividades en el Frigorífico de Canelones. Éste significa un ingreso de 30 mil dólares semanales, y su inactividad ser´ña de entre tres y cuatro semanas. “Nos implica un problema de organización muy grande”, comentó, admitiendo que la alternativa está entre la reducción de la jornada “para achicar los costos” o pasar algunos trabajadores al seguro de paro. “Estamos muy expuestos”, indicó.