Álvaro VegaÁlvaro Vega renunció a su banca y anunció que seguirá con su prédica “incómoda”. Se mostró “dolido”, se dijo “un luchador” y estar dispuesto a “pagar el precio” por hablar siempre a conciencia.

La coincidencia de la legislatura de Vega con lo que calificó como “momentos históricos” fue el primer agradecimiento del diputado, en medio de una suerte de homenaje realizado por sus colegas de la Cámara de Diputados.

Momentos históricos de este país me permitieron vivirlo de cerca”, dijo. La representatividad fue agradecida a Florida: “Es una deuda más que tengo con mi pueblo, con mi departamento”, agregó.

Aseguró que no hizo todo lo que los floridenses querían y que otras cosas quedaban por hacer, pero anunció que “hoy la discrepancias quedan atrás”.

DOLIDO. Molesto por una sola crítica de las muchas que le han realizado, el legislador afirmó que le dolió que algunos lo calificarán de “recién llegado”.

Y allí respondió: “He estado no solo en la misma organización, sino en la misma lucha que hoy no abandono, pero cambio de lugar, y voy a proseguir hasta el último día de mi vida”.

Su lucha, afirmó, “comenzó en la etapa escolar y va a terminar el día que me muera”.

No hay lugar, esta lucha no tiene un lugar, no requiere de un lugar, y no se necesita ser diputado para seguir y mantener algunos principios”, afirmó en un nuevo mensaje.

Vega dijo que “en realidad nunca soñé con ser diputado” y hasta allí lo llevó y lo trajo “la conciencia”.

La misma que hoy me hace sentir que tengo que abandonar esta banca”, reafirmó.

MÁS INCÓMODO. Como siempre, Vega fue polémico. Disparó contra la interna por el lugar de las bancas, y el de la suya.

Siempre creí que las bancas pertenecían a los grupos políticos. Era muy difícil interpretar lo que votaba la gente, pero votaba a grupos políticos. Y esta verdad, que es solo para mi, me permite dormir tranquilo esta noche para que se me cure la gastritis, porque hice lo que creí, tenía que hacer”.

Entonces sostuvo que “el camino a conciencia es el que me llevó a hacer y decir algunas cosas que generaron fracturas que duelen, como todas, pero que son necesarias”.

Y esto es, agregó, “decir cosas incómodas pero que sentía que tenía que marcar”.

Para Vega “eso no quiere decir que yo tenga razón, es decir que actué en base a lo que pensaba, y que, eso que pensaba me llevó hasta este punto, hasta esta hora, hasta este día, que hacen que me alejé de esta banca”.

Afirmó que solo se consideraba “un luchador” y recordó que sus acciones “fueron conscientes”.

Sabía que podía pasar esto que está pasando hoy, pero hay cosas, hay convicciones, que no tienen precio”.

Sobre su futuro, el legislador, dijo que “el precio que hay que pagar es bajo”. Y “a partir de hoy seré una hormiga, y no construiré hormigueros”.

Pero los hormigueros no funcionan sin hormigas, y seré de las hormigas que trabajan día a día, y en mi caso en la salud. Es también importante que quienes trabajamos en la primera línea de la salud, luchemos porque sea justa, digna, e igualitaria para todos.

Se trabaja desde acá, pero también desde un puesto en un hospital o en una mutualista. Y eso seré a partir de ahora”, anunció después.

FRENTE A FRENTE. Vega no dejará de ser frenteamplista. Y alentó a mirar a la organización más allá de los sectores. “Me voy más frenteamplista que nunca y estoy convencido de que, esta organización, tiene la capacidad para mejorar y cambiar el país. Y es mucho más que los grupos que la integran.

El Frente Amplio es mucho más que la suma de los grupos. Es un sentimiento de gente que ha dado mucho para que el país cambie.

Cuando uno cree que hay cosas que no deben pasar, también tiene la obligación de decirlo y aceptar las consecuencias de lo que uno ha dicho”.

LA PRENSA Y LOS GURISES. Vega se mostró agradecido con la prensa floridense, a la cual destacó junto a colegas legisladores, senadores y políticos.

Me han llamado de todos los partidos y quiero agradecerles su solidaridad y palabras de aliento”.

Luego, dedicó sus conclusiones a sus hijos. “Quienes me conocen saben que no necesito fortunas personales, ya las tengo”, dijo al referirse a ellos a quienes dedicó el lugar especial en su oratoria.

Tengo cuatro gurises que son mi mayor fortuna. Hoy les quiero dar el ejemplo de que cuando uno cree en algo no debe haber nada que lo tuerza y que, el precio que haya que pagar, hay que pagarlo”.

Si estos gurises mañana son capaces de sentir la justicia cometida contra cualquier ser humano como propia, habré cumplido mi función”.

REPERCUSIONES. Según reportó este miércoles El País, Aníbal Pereyra, también del MPP, y uno de los que más lo había criticado, se había retirado de sala antes de comenzar el tratamiento de la renuncia de Vega. «Prefirió no hablar», citó en una declaración el matutino según legisladores del mismo sector.

Vega recibió elogios a su «moral» de parte del grupo oficialista Corriente de Acción y Pensamiento-Libertad (CAP-L), justamente el sector que se formó a partir de la escisión del MPP. La CAP-L es hoy conducida por el ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro.

Carlos Gamou (CAP-L) lo definió como «un ancla moral» sobre «cómo se debe hacer política. Cuando tuvo que decir lo que dijo, lo dijo». Y Juan Carlos Souza, también de la CAP-L, reconoció «la honestidad intelectual del compañero».

El diputado socialista Gustavo Bernini reconoció lo «maduras y serenas» de las palabras de Vega. «Tuvo la intervención más medida desde que está en el Parlamento. Lo hizo con altura y en función de la investidura que tiene», afirmó.

Y Doreen Ibarra (Fidel) destacó que «más allá de las discrepancias, hemos aprendido a respetar sus posiciones».