Con una magistral conferencia del Dr. Marcos Gómez Sancho, y participación del subsecretario ministerial Dr. Leonel Briozzo y la Dra. Gabriela Píriz, del Departamento de Cuidados Paliativos del MSP, se presentó este miércoles en Florida el Plan Nacional de Cuidados Paliativos.
“Cuando un paciente no se pueda curar, no hay que seguir intentando su curación sino cambiar el objetivo al de mejorar su calidad de vida, en el alivio de los síntomas, en el apoyo psicológico al paciente y a sus familiares que a veces lo pasan peor que el propio paciente”, definió el profesor Gómez Sancho tras una extensa conferencia que dejó absortos y conmovidos a una platea integrada por las principales autoridades de la salud floridense, tanto pública como privada.
Florida ya es parte del plan de cuidados paliativos de la mano de la Cooperativa Médica de Florida (Comef) que, desde hace un mes, incorporó esta área en su servicio con amplio éxito ya que debió ampliarlo del área urbana a prácticamente todo el departamento. Y el sistema también se instalará en el área pública, según indicó al respecto Briozzo, que celebró el avance del sistema hasta alcanzar el grado de plan nacional.
Briozzo subrayó que tal progreso surgió de una crisis: la provocada por delitos en dos centros de salud donde la muerte de pacientes desató la desconfianza de la relación con los médicos. Ésta, a posteriori, hubo que restablecerla con la ayuda, entre otros, del propio Gómez Sancho y fue, según Briozzo, un subproducto convertido en iniciativa.
“Eso no pudo ser así sino hubiese un acumulación de trabajo”, apuntó además, donde destacó la tarea de Píriz.
“Había un déficit real, estábamos muy atrasados, y la crisis impulsó este plan. Hoy, además, Gómez Sancho nos hace reflexionar mucho acerca de la misión de los médicos. Y estamos orgullosos por el avance serio y sistematizado donde el cuidado paliativo se incluye como un derecho humano básico”.
Otros aspectos relevantes sobre la instalación del sistema en el área pública también fueron destacados por Gabriela Píriz, del Departamento de Cuidados Paliativos del MSP.
Píriz definió a un Uruguay preparado para incorporar el sistema que, si bien tiene un camino largo por recorrer, “cuenta con una base de experiencias nacionales adecuadas, y un sistema de salud donde el usuario está integrado, comunicaciones, y una cobertura que, si bien hoy es desigual, puede llegar a todo el país”.
Uno de los principales aspecto es la formación profesional de los médicos, el personal de enfermería, auxiliares y -tal como definió Gómez- “hasta la limpiadora del centro con quien a veces conversa más un paciente terminal”.
Píriz recordó que ya se comenzó a dar a conocer la ordenanza que normatiza la asistencia paliativa. Existen además convenios institucionales y la Facultad de Medicina realiza un especial apoyo en el área, vinculado a la formación.
BUEN PRONÓSTICO. Gómez Sancho dijo a FloridAdiariO que “el pronóstico para Florida y el Uruguay es bueno” debido al avance que el mismo profesor pudo observar tras una recorrida por Comef.
“Imagínense que solo en un mes la experiencia es buena. Pero lo más importante es que acá está dirigido de arriba hacia abajo, donde no es un médico que lucha solo, sino un ministro que dice hay que hacerlo, y por eso mi pronóstico es excelente”, sostuvo.
No obstante, el destacado profesional que lleva más de mil conferencias sobre el tema, advirtió los detalles a los que debe enfrentarse el sistema.
“Ahora estamos en el mundo de la experiencias, y cuando ya has visto miles y miles de enfermos, es solo ponerte manos a la obra. Lo que pasa es que hay una contracultura de la tradición de la medicina sabelotodo centrada en la curación donde no se le presta la atención adecuada al paciente terminal y no se le enseña (al médico) en las universidades, entonces no pueden hacerlo, salen corriendo, les recuerda su propia muerte, que es algo que no nos gusta”.
Y Gómez apunta a que también se capacite la familia. “La familia son los mejores cuidadores del enfermo. Además, este plan incluye programas de duelo para quien el estupor de la pérdida no le permite tomar su vida con calidad.
Hay que recordar que son pacientes que hasta hace bien poco estaban desatendidos o maltratados a base de obstinación terapéutica, cuando pueden vivir hasta el último instante más o menos apacibles, aliviados, y con una familia que queda serena porque han sido debidamente atendidos”.