Las aguas junto a los centros de camping en dos puntos del departamento se han cobrado tres víctimas en lo que va del 2014.
El desconocimiento de los ríos extremadamente cambiantes han tomado desprevenidos a los campistas que, pese a saber nadar, han perdido pie. Uno de las víctimas murió mientras intentaba un rescate desesperadamente.
Los primeros dos casos se produjeron en aguas del río Yí, un caudaloso torrente de arenales cambiantes en sus márgenes.
Allí, en los primeros días de enero habían llegado dos campamentistas de 59 años y 45 años. Cuando el primero, oriundo de Ciudad de la Costa, ingresó a tomar un baño solo se sumergió y no se lo avistó más. Rápidamente, su compañero de 45 años, de Montevideo, intentó su rescate pero pereció en el esfuerzo por sacar a su amigo y también murió.
El pasado 15 enero, Patricio Camilo Rivera, un familiar suyo y un grupo de amigos, se lanzaban desde un puente hacia el río Santa Lucía, junto al camping de 25 de Agosto.
En esa margen confluyen dos ríos: el Santa Lucía Chico, el grande y además, el arroyo de la Vírgen, aguas abajo.
«El río crece tanto al punto de tapar ese puente y fuertes corrientes lo hacen cambiar constantemente. Incluso, con una creciente menor como la que se registró en estos días, es peligroso», indicó una autoridad policial.
Y es que el lugar tiene antecedentes de cobrarse la vida de jóvenes, niños y mayores, en más de un caso a la vez y en medio de rescates infructuosos.
Esta vez, el cansancio del joven después de varios saltos y la confianza en las aguas del río, alcanzaron para sumar otra víctima. Rivera es la tercera persona fallecida en lo que va del 2014 en Florida, y así lo confirmó la Policía este sábado al encontrar su cuerpo.
FloridAdiariO 