Robin Williams. Foto: AP vía Yahoo News.
Robin Williams. Foto: AP vía Yahoo News.

El actor estadounidense de 63 años Robin Williams murió en la mañana de este lunes. Ganador de un Óscar por la película En busca del destino (Good Will Hunting) y cinco Globo de Oro, además de protagonista de películas como Jumanji, La sociedad de los poetas muertos, El capitán Garfio, Patch Adams y El hombre bicentenario, Williams fue encontrado sin vida por la policía.

El parte oficial hecho público por la oficina del sheriff del condado de Marín apunta al suicidio por asfixia como causa de la muerte e insiste en que se van a realizar pruebas forenses para determinar si el actor se encontraba bajo el efecto de las drogas. El cuerpo sin vida de Williams, de 63 años, fue encontrado la mañana de este lunes en su casa de Tiburón, una de las islas de la Bahía de San Francisco. Los servicios de emergencias fueron alertados a las 11.55 de la mañana y certificaron su muerte a las 12 del mediodía.

La última vez que se le vio con vida fue el pasado día 10 a las diez de la noche junto a su mujer, Susan Schneider, que también ha emitido un comunicado: “Esta mañana perdí a mi marido, a mi mejor amigo. El mundo ha perdido a uno de sus mejores artistas y una bellísima persona. En nombre de la familia de Robin, os pido respeto. Cuando se le recuerde, que no sea por su muerte, sino por los muchos momentos de gozo y sonrisas que nos regaló”.

Entre estos momentos se recuerdan las muecas de la mítica niñera en la que se convirtió para cuidar de sus hijos en la Señora Doubtfire,ambientada en el corazón de la ciudad, pero también al profesor de literatura soñador de El Club de los poetas muertos. O el papel en El Indomable Will Hunting que le sirvió para alzarse con su único Oscar, como mejor actor de reparto. A lo largo de su carrera se hizo con cinco Globos de Oro. Entre los papeles más recordados está también el protagonista de Jumanji o el niño que no quería crecer, un personalísimo Peter Pan en Hook. En el mundo de los dibujos animados puso su voz al genio de Aladdin, Batty Coda en Ferngull o los simpáticos pingüinos de Happy Feet.

Polifacético, Williams destacó por algunas de sus aficiones: el ciclismo y los videojuegos. Su amistad con el ciclista Lance Armstrong le convirtió en uno de sus habituales en la línea de meta del Tour de Francia en París. Su gusto por el ocio electrónico, que lo consideraba una de las formas narrativas más innovadoras, le llevó a poner a una de sus hijas Zelda, como la aventura gráfica de Nintendo. Tiene también un hijo, Cody. Ambos son de su primera esposa, Marsha Garces, de la que se divorció en 2008. Entonces comenzó su caída, tras más de veinte años alejado del alcohol y las drogas. Él mismo confesó su fuerte adicción a la cocaína a finales de los 70 y 80. En 2009 tuvo que ser intervenido del corazón.

La profesión ha usado Twitter como medio de despedida y muestra de condolencias. El cómico Steve Martin fue uno de los primeros: “No puedo estar más tocado por por la pérdida de Robin Williams, un caballero, gran talento, excelente compañero y alma auténtica”. Ellen DeGeneres no daba crédito: “No puedo dar crédito a la noticia de Robin Williams. Dio tanto a tanta gente, tengo el corazón roto”.

Su última imagen en Instagram, subida hace dos semanas, en la que aparece junto a su hija Zelda, se ha convertido en el altar improvisado para sus fans. En el hilo de comentarios se agolpan los mensajes lamentando su pérdida y algunos de sus mejores gags.

Desde 2013 rodaba una serie junto a Michael J. Fox, The Crazy Ones, que se emite cada semana en CBS. Se trata de un formato clásico, basado en las sitcom de los 80.