Carlos Enciso, actual embajador en Argentina, y conocido como «El Pájaro», ha vuelto a la escena política generando acciones y reacciones. Su regreso no pasó desapercibido, y se reunió con diversos actores políticos, desatando opiniones encontradas.
Según informó El País, Enciso pasó a saludar y dejar un documento a Alvaro Delgado, lo que algunos leyeron como un movimiento concreto de su interés en mantener contactos con figuras clave.
Pero Enciso también se encontró con figuras destacadas como el ex presidente José Mujica y su compañera y ex vicepresidenta Lucía Topolansky, demostrando su intención de establecer conexiones transversales en el espectro político.

Sin embargo, el retorno generó una una fuerte reacción de Daniel Caggiani, senador del Frente Amplio, MPP, quien pidió la renuncia del embajador, argumentando que “confundir la Nación con el Partido y politizar el servicio exterior es una afrenta al profesionalismo”. Para Caggiani, “Enciso debería renunciar si desea participar en política partidaria”.
Contrariamente, el jefe de comunicaciones de la comuna floridense, Oscar Balzaretti, respaldó a Enciso, calificando el pedido de renuncia como una falta de respeto. La edil Silvana Goñi introdujo un término interesante, acuñado por el dirigente del FA, Álvaro Vega: «Pajarofobia», destacando la polarización en torno a Enciso.
El cónsul en Buenos Aires, José Luis Curbelo, proporcionó más contexto sobre los movimientos de Enciso, señalando que sus encuentros fueron amplios e incluyeron a todos los actores relevantes.