No estará internado pero deberá cumplir pena de otra manera.
El pasado mes de marzo, una motocicleta fue sustraída en Florida. Para la víctima, significó un golpe a su confianza y un trastorno en su vida cotidiana. Sin embargo, gracias a una labor policial minuciosa y decidida, esta historia no quedó sin un final de justicia aunque el implicado apenas tiene 15 años.
Las autoridades iniciaron una investigación exhaustiva. En el marco de las tareas, se llevó a cabo una inspección en una vivienda, la cual resultó ser clave para el esclarecimiento del caso.
Ahí, los policías no solo recuperaron la moto robada, sino que también identificaron al responsable: un adolescente de 15 años, quien, frente a las pruebas, admitió su participación en el delito.
El caso fue puesto en manos de la Fiscalía, y en los últimos días, la Justicia emitió un fallo en el Juzgado Letrado de Primera Instancia de Florida.
La jueza del caso, considerando la gravedad de los hechos y la edad del implicado, decidió una medida educativa en lugar de una pena privativa de libertad.
Así, el joven deberá cumplir un programa de orientación y apoyo bajo la supervisión del INAU, en el que se espera que, durante tres meses, encuentre el camino para reflexionar sobre sus decisiones y cambiar el rumbo de su vida a tiempo.
Con esta sentencia, se buscó algo más profundo que el castigo: ofrecer una segunda oportunidad. Es un recordatorio de que, incluso en los momentos difíciles, la justicia puede ser una herramienta de cambio y aprendizaje. Y además que, actuando a tiempo, tal vez se pueda ayudar en este caso, a un adolescente.