Ocurrió en el río Santa Lucía Chico

La tarde transcurría con normalidad en la zona del Paso Viejo, hasta que una escena inusual captó la atención de los vecinos: un lujoso automóvil negro, parcialmente sumergido en el agua. Lo que parecía un accidente comenzó a generar todo tipo de preguntas entre los curiosos que se acercaban al lugar.

El vehículo, un Audi de alta gama, flotaba en la corriente con la parte delantera casi completamente cubierta por el agua. La imagen hablaba por sí sola: un descuido, un error de cálculo o quizás una mala maniobra lo habían llevado hasta allí. Sin embargo, aún quedaba la gran incógnita de cómo había llegado a esa situación.

El conductor resultó ileso. No era oriundo de Florida. Y sostuvo que se agachó por un instante a acomodarse un zapato. Luego, el infortunio.

NO HABÍA NADIE EN EL AGUA

Las recientes lluvias alejaron en esta jornada a decenas de bañistas que suelen concurrir a este lugar.

Y en ese preciso punto suele estar repleto de personas. Por suerte no era la situación y no hubo que lamentar víctimas.

RESCATE

Poco después, el rescate comenzó. El auxilio llegó y un grupo de personas, algunas con el agua hasta las rodillas, trabajó para sujetar el automóvil con una linga y sacarlo.

Entre ellos, un hombre mayor parecía tomar la delantera, abriendo la puerta del conductor para verificar el interior. Otro, con una camiseta blanca, observaba de cerca el proceso, mientras un tercero, con una camiseta deportiva, permanecía en la orilla, esperando el momento oportuno para ayudar.

Las maniobras fueron lentas y cuidadosas. Finalmente, con esfuerzo y coordinación, lograron comenzar a arrastrarlo hacia la orilla.

El episodio dejó una imagen impactante y un recordatorio de que, en cuestión de segundos, cualquier descuido puede convertirse en una anécdota difícil de olvidar.