El lunes 21 de abril de 2025, a las 7:35 horas local, falleció el Papa Francisco a los 88 años en su residencia de la Casa Santa Marta, en la Ciudad del Vaticano.
El cardenal Kevin Farrell, camarlengo del Vaticano, confirmó la noticia en un mensaje televisado, destacando la vida dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia del pontífice argentino.
Francisco había estado luchando contra una neumonía bilateral que lo mantuvo hospitalizado durante 37 días en Roma. Su estado de salud se había deteriorado visiblemente en los últimos meses.
A pesar de su enfermedad, el Papa hizo su última aparición pública el Domingo de Resurrección, 20 de abril, al impartir la bendición Urbi et Orbi desde la Plaza de San Pedro, donde se le vio notablemente debilitado.
En vida, Francisco fue reconocido por su enfoque pastoral centrado en los pobres y marginados, así como por una serie de reformas que generaron tanto admiración como polémica dentro de la Iglesia.
Tras su deceso, se activó el protocolo de la sede vacante, el periodo en que la Santa Sede permanece sin Papa. El cardenal Farrell asumió temporalmente las riendas de la Iglesia hasta que se celebre el cónclave para elegir al nuevo pontífice.
El legado del Papa Francisco marcará una etapa significativa en la historia de la Iglesia Católica, dejando una huella profunda en el corazón de millones de fieles alrededor del mundo.