“Yo soy el primero y el más responsable de todos en la derrota del año pasado porque iba primero en la fila y lo digo por escrito, pero también analicemos qué hicimos, qué hacemos y qué nos proponemos hacer los que tenemos responsabilidad”, analizó al final de una nueva jornada de reflexión, el presidente del Honorable Directorio del Partido Nacional, Luis Alberto Lacalle.
Lacalle llegó este sábado en Florida a la tercera cuadernola con anotaciones de las más de 500 intervenciones de dirigentes medios.
Con ella en mano dijo: “Hoy van 373 y vamos a andar en las 500 entre Flores y Durazno”.
Este domingo se presenta el informe a la comisión delegada de la convención nacionalista (integrada por unos cincuenta dirigentes) con las principales conclusiones de estas reuniones.
Entre las primeras, Lacalle remarcó que el Partido Nacional “tiene valores y maneras de ver las cosas que se tienen que adecuar”, aunque exhortó en este marco a no abandonar la esencia de “patria, familia y persona”.
“No vamos a dejar de ser nacionalistas frente a un gobierno que está desnacionalizado e internacionalizado que cede permanentemente frente a Argentina, Brasil y Venezuela.
No vamos a dejar la defensa de los valores de la familia, aunque otros tipos de familia, y seguiremos en la defensa de la libertad individual en lo político, económico y laboral, porque estamos ante una coalición político-sindical que nos tiene que abrir los ojos, los oídos y la mente”.
Aunque en todos los argumentos encontró un “tono de sinceridad fraterna y sin ningún episodio incómodo”, se escucharon “críticas duras en lo personal y en la directiva”.
Lacalle advirtió entonces que no se debe despertar el gen de la división. “Que no se despierte ese ADN porque yo mismo me he tragado bastante sapos para que el partido de mantenga unido”, argumentó al señalar que con Jorge Larrañaga, “pese a algunos chisporrotazos, tenemos una buena relación”.
Los comentarios no demoraron ni un segundo. «Yo quiero que me lo tomen en cuenta como trabajo insalubre”, dijo Larrañaga señalándose y ante la mirada de Lacalle que volvió a retrucarle: «A mí me valen doble para la jubilación los días que estoy con él. Ya van a clamar por Lacalle. ¡¿Dónde estás Cuqui?!”.
CRITICA A LA PARTICIPACIÓN. En el marco de varios reclamos dirigenciales referente al acercamiento a la gente, la comunicación y el tratamiento de temas Lacalle pasó la cuenta para que fuese claramente escuchada.
“Los convocados era 3023. No han venido todos y es lo primero que debo resaltar. Es común la crítica de que no se convoca, de que no hay unidad, de que no nos escuchan: hoy era el momento, deberían quedarse cuando hay reuniones”.
El ex presidente de la República recordó haber pasado por todas las jerarquías y que siempre “se debe hablar y escuchar”.
Más allá de cifras, enfatizó que lo importante “es lo que escucharon, porque con eso ganamos algo y nos vamos un poco más sabios.
La mutua relación es la que aumenta el caudal de compresión del partido”, indicó haciendo un llamado a participar de la convención “que seguramente volverá a ser la vieja idea de tres días”.
El “tirón de orejas” como se interpretó en la sala siguió para los jóvenes.
“La elección juvenil fue un éxito con 55 mil, pero toda esa alegría se nos fue porque no hubo una reunión más del congreso en 4 o 5 años y que no diga que el directorio no convocó. Yo pensé que iba a haber un fermento de ideas”.
En tono grave, Lacalle recordó a una solemne audiencia que las instituciones son las personas que la integran.
“La gente somos responsables de la instituciones. El soporte de la institución es la gente. Así que vamos a tener que asumir qué hago yo y cuál es mi lugar en el partido”.
DECISIONES. Sobre los arbitrajes en el tratamiento de temas del directorio Lacalle salió al cruce de algunas críticas y recordó las posiciones orgánicas.
“La jerarquía por algo está y el directorio conduce la marcha del partido. Somos gente que está al tanto de los temas y nos ocupamos de los temas enormes y los chicos, del secreto bancario y de la asignación familiar rural.
No estamos encerrados en la calle Juan Carlos Gómez. Hay intendentes y diputados que están cerca, que son representativos”.
En este sentido exhortó a abrir las casas partidarias. “Hay que abrirlas y los diputados tiene que atenderlas y los ediles también, en una casa o en un garaje y no miren todo esto con un solo ojo. Soy el partido que gobernó y aspira a gobernar.
Puede ser que algún legislador diga que ese no es mi tema, pero como partido nos tenemos que preocupar”.
Sobre la comunicación dijo estar de acuerdo en alguna falla, pero también sorprenderse por creer que no hay en donde encontrarla.
“No están ciegos y sin vista. Hay páginas para entrar de los sectores y los legisladores. Saber que hacen, en dónde están”, sostuvo al anunciar que ahora los dirigentes conocerán las secretarías de los directores de entes autónomos “para que los atiendan”.
Lacalle concluyó que “la prueba de salud partidaria se asume con responsabilidad” y que a partir de febrero cuando el directorio comience a trabajar, “se van a notar los cambios”.