OPINIÓN¦ Por Alexis Trucido

¿Y si en vez de menores, imputabilidad, legisladores, senado, cárceles, cámaras, Inau, Lacalle, Bordaberry, Mujica, jueces y fiscales, llamamos a los padres?

Acabo de citar al menos a una decena de protagonistas. Ninguno son los padres. Me podría detener y especificar con claridad que ha realizado o está por realizar cada uno de los nombrados respecto al problema con los adolescentes y jóvenes en este país.

Pero ninguno son los padres. Puedo nombrarles cientos de incidentes, pedreas, golpes –de ida y vuelta – atracos, arrebatos con trinchetas, daños a la propiedad, la pública y la privada, rapiñas, acciones represivas y acciones destructivas, actos a favor y en contra, pero ninguno; ninguno son los padres.

También puedo hablar de soluciones, de intendentes, diputados con buenas intenciones, jueces bien dispuestos, organizaciones más que comprometidas con la causa, ministerios con programas de toda índole, colectividades religiosas dispuestas a reformar, curas, políticos, policías, doctores y más. Pero ninguno; ninguno son los padres.

Les puedo contar de algunas drogas: pasta base, cocaína, vino, alcohol de todos los colores, naftas, pegamentos, pastillas solas y pastillas con vino, cigarrillos de bajo valor,  porros, ocio –la gran droga que propicia a otras – pero ninguna son los padres.

Les puedo hablar de algún caso en donde los padres se hayan tenido que presentar ante el juez para hacerse cargo de su hijo. . .

¿Les puedo hablar de algún caso en donde los padres se hayan tenido que presentar ante el juez para hacerse cargo de su hijo?

Apenas. Sólo recuerdo algún caso muy puntual y que ocurrió hace muchos años en el interior y me dejó asombrado cuando lo leí en el parte de novedades policiales. Y lo volví a leer y llamé al juez. Y me lo confirmó. Y me dijo que sí, que efectivamente había procesado a la madre de un muchacho que por realizar daños en forma reiterada, comprobó que su madre no le cuidaba ni le exigía algún tipo de respeto por los demás.

Hay muchos padres que se ocupan de sus hijos. El mayor de los porcentajes. Claro que sí, pero el resto. El resto son los reyes y no vienen sólo el 6 de enero. Están todos los días en sus casas mirando asombrados por televisión “lo que hacen los menores” y seguramente, en ese momento, no sepan en dónde están sus propios hijos.