Después de varios gobiernos, y gracias a recursos donados (pintura) y seguramente alguno de la comuna, es decir, del pueblo floridense, la plaza de deportes -y no el Pabellón- tendrá algunas refacciones.

La dejadez la llevó a estar sin baños habilitados, con falta de juegos, con deterioros en su amoblamiento urbano, con estado de “canchas” lamentable y con paredes agrietadas, agujeros, plantas que salen de entre los ladrillos, trancas con alambre, boquete en los tejidos, baldosas partidas hace años, desagües obstruidos, muros despintados, un bebedero atado con alambre y bancos destruidos. Lo demás, en imágenes y esperando color.