Por Alexis Trucido

wpid-wp-1397247050057.jpgBajo agua, con mucha gente para la foto y con varios más que prefirieron no acordarse de todo lo que había pasado para llegar a las primeras nueve viviendas, se entregaron este viernes las que se pudieron apurar. Y es que como consta en un papel, les falta todavía el final de obra.

Un mensaje muy particular en el ingreso al hipódromo de Florida le agregó condimento a la entrega. Uno que habla de «light» por lo liviano de todo, a lo que tampoco pudo escapar la «inauguración», un termino que también quedó grande y opacado por la lluvia.

En el aún mezcla de barrio y asentamiento «Sitio Pintado» -ese al cual tuve el triste honor de ponerle nombre porque La Lanera reclamaba que no lo denominara así cuando quien esto escribe lo hacía en El Heraldo- hoy muchos de los que deben amor y control hacia la tarea, descubrieron que cuando llueve, a uno le gusta correr a la casa y esperar lo mejor bajo “su” techo.

Por si fuera poco, a muchos llamó la atención que fueran nueve, a falta de 95 que aún quedan por terminar, reparar, refaccionar, reacondicionar y hasta empezar en algunos casos.

Quienes creían que zafaban de otro invierno ya vieron hoy mermadas sus esperanzas. El propio Marcos Pérez, que ha sido el «blanco» de críticas del proceso, deseó no irse sin terminar. Lucía Etcheverry, directora nacional de Vivienda, celebró que hoy las cámaras filmaran un momento alegre, y no uno de diálogos exasperados que ella mismo recordó, todos vieron por televisión. Y el intendente Carlos Enciso selló con un “no querer hablar para atrás sino para adelante».

Y es que atrás quedaron una montaña de escombros -y no solo por las reparaciones y materiales de mala calidad- sino que tiempos, esperas, administraciones, especulaciones, campañas políticas, figuras políticas, equipos, técnicos y otros vecinos, también pasaron por este barrio en formación a la fuerza.

Como deseó Pérez, ojalá se terminen antes. Aunque después de estas primeras, habrá que esperar otra vez, seguramente, para poder volver a desear que se terminen las otras.