La planta de ensamblado de luminarias por inducción magnética no va a instalarse en el terreno que tiene la piedra fundamental. Quince meses después de enterrarla frente a la ARF, las empresas mexicanas buscan erguir la planta en Sarandí Grande. Negocian por el predio de una ex quesería en ruta 5

El 29 de enero de 2013 hubo fiesta de cuates en Florida. Fue frente al local  feria de la Asociación Rural de Florida (ARF), entre mariachis, corridos mejicanos, tacos y tequila. Era de algún modo la presentación formal, en estas latitudes, de las empresas norteamericanas Inducción Magnética S.A. (IMSA) y American Induction Technologies (AITI), que fabrican, desarrollan y comercializan luminarias en base al sistema de inducción magnética. Estuvo hasta el canciller Luis Almargo junto al intendente Carlos Enciso y los empresarios Carlos Onetto (AITI) y Gerardo Carrera (IMSA). Hubo prensa nacional que acercó la asesoría en comunicación de la Intendencia, y fotos varias del momento en el que se colocó la piedra fundamental y se descubrió una placa fijada a un bloque de granito rosado que, después se supo, era propiedad de un vecino floridense que lo pudo recuperar algunos meses más tarde.

Tal vez el affaire del bloque ajeno anticipaba lo complicada que venía la inversión, que prometía el ensamblado de luminarias en Florida, con mano de obra local, especialmente enfocada en alumnos egresados de la UTU. Las luminarias, además, serían exportadas a la región desde Uruguay, aunque previendo que varias queden colocadas en Florida para -según lo anunciado- generar en la red lumínica pública un ahorro superior al 50% del consumo de energía.

Pero quince meses más tarde el predio en el que se colocó la piedra fundamental no da muestras de que vaya a albergar , ni en el corto ni en el mediano plazo, una planta que ocupe unas treinta personas. No hay señales de que allí haya ocurrido mucho, aunque, en efecto, haya ocurrido. Mientras se avanzaba en la cesión del padrón, la empresa contrató un estudio de arquitectos que fue avisando de posibles escollos. El fundamental: acercar y bajar la línea de alta tensión implicaría erogar mucho dinero, y elevaba el costo inicial del proyecto, que de arranque ya estaba previsto en unos U$S 900.000. También se notó que las características en cuanto a firmeza implicaban más inversión, además de tiempo. Aunque en octubre de 2013 se concretó la cesión del predio, la Junta Departamental de Florida resuelve ahora el pedido de la comuna de dejarla sin efecto; los empresarios mexicanos desistieron de instalar la planta en Florida ciudad por el momento, y promueven el mismo emprendimiento en Sarandí Grande, en un predio ubicado sobre ruta 5, en el cual funcionó una quesería. El acuerdo por el terreno será entre actores privados. Los empresarios afirman tener necesidades de hacerlo lo antes posible, atento a que necesitan ensamblar para comercializar, y empezar a cumplir con los diferentes acuerdos asumidos. En ese mismo marco es que el miércoles 14 comenzó la entrega de luminarias a la comuna, según informó a FloridAdiariO el secretario general, Guillermo López. Llegaron 800 que serán utilizadas en la sustitución de las ya existentes en el alumbrado público.
López apuntó que los empresarios mexicanos tienen planeado asentarse en el Polo Tecnológico de Florida, una vez que el mismo esté funcionando.