ab7uaLa vieja cancha de pelota a mano, ubicada en el cruce de Gallinal y Lavalleja, está a punto de caer. Los vecinos reclaman y hace más de un año que existe una denuncia por el caso.

El ya semiabandonado lugar tiene más de un centenar de años. Hoy está partida casi en su totalidad en la pared que da a la calle Gallinal.

Allí, los vecinos indicaron a FloridAdiariO que “los días de vientos se mueve mucho y hay mucho riesgo de que caiga”.

El pasado año, unos de los vecinos de esa cuadra, entre Gallinal y 18 de Julio, presentó una denuncia en la división Arquitectura de la comuna que aún está en tramite.

La construcción, que data de mayo de 1902, tiene una severa grieta en medio de una estructura de ladrillos de considerable altura. Una pequeña viga en una punta, y el apoyo en la pared lindera de una comercio en otra, son todo lo que la sostienen.

Empujándola un poco con la mano se mueve. Y el día que hay viento ni te cuento”, dijo un vecino del lugar a FloridAdiariO, que espera que se tomen acciones para que se evite la posible caída.

UN POCO DE HISTORIA. Según registra el libro Juegos y Deportes (Florida 1880 – 1920) de José Monti, la cancha fue inaugurada en mayo de 1902. El lugar también funcionó como cancha de bochas.

Entonces, Pedro Bersetche compró el almacén (hoy puesto de verduras) en las entonces denominadas calles Convención (Gallinal) y Santa Lucía (Lavalleja). El anuncio de apertura fue, justamente, con un partido de pelota a mano en la cancha contigua.

Pasados los años “todo cerró: la cancha, el bar y el almacén”, recordó un vecino. El lugar fue subastado en el año 2003 y fue utilizado como depósito de leña, aunque ahora no hay más que una vieja bicicleta en un rincón.

En el diario La Voz de Florida de esa época, aparecía la siguiente crónica, según recuerda José Monti:

Inauguración de una casa de comercio.

El sábado a la noche, con motivo de inaugurar el bien surtido almacén, billar y cancha de pelota que ha establecido en la calle Convención esquina Santa Lucía el señor Pedro Bersetche, reunió algunos de sus amigos obsequiándolos con una copa de champagne.

Después de rendir a estos los debidos honores y formular sincerísimos votos por la prosperidad de la casa, pasaron los concurrentes a visitar las instalaciones, convenciéndose de que el señor Bersetche, como persona entendida en el ramo, ha conseguido seleccionar los artículos, de primera calidad en general, lo que le permitirá realizar el ideal del comerciante moderno: vender artículos extras a precios sin competencia.

Como ya decimos, además del almacén, el señor Bersetche ha establecido, anexas a aquel, un billar y una espléndida cancha de pelota, que hoy será inaugurada también, con un importante partido.

Deseamos al señor Bersetche mucho provecho en su nuevo negocio.

(La Voz de Florida. Nº 333, 22 de mayo de 1902)