
El comediante conocido como Chespirito falleció a los 85 años en su casa de Cancún.
Actuar lo propio
Su talento provocó celos que llevaron a la separación de los actores y a un cambio de rumbo: escribir sólo para lo que él actuara.
Si primer intento fue un fracaso. Pero luego vino un ofrecimiento que lo puso en juego nuevamente: hacer sketches dentro de un exitoso programa de la misma cadena televisiva. Fueron los primeros atisbos de los personajes que vinieron después. Eso sí resultó y entonces se formó Los supergenios de la Mesa cuadrada, otro programa propio, semanal, pero con mayores repercusiones.
Entre todas esas caracterizaciones, nació en 1970 una de sus obras maestras, el Chapulín Colorado, quien fuera ofrecido a varios cómicos que no quisieran actuarlo, porque no le veían futuro. Chespirito, convencido de que sería un éxito, lo personificó. Con él, Gómez Bolaños cruzó fronteras y cobró protagonismo en varios países del mundo.
Tenía bien en claro cuál era la magia del Chapulín. En una entrevista en el recordado programa argentino La noticia rebelde, dijo en respuesta a la comparación con Batman o Superman: «El heroísmo no consiste en carecer de miedo, sino en superarlo. Los superhéroes son todopoderosos y no pueden tener miedo. El Chapulín Colorado se muere de miedo, es torpe, débil y consiente de esas deficiencias se enfrenta al problema. Los héroes, la mayoría de las veces pierden y después sus ideas triunfan…»
Su siguiente famosa creación fue el Chavo del 8, que tenía una profunda raíz social en toda Latinoamérica.
El Chavo estaba acompañado por Quico (Carlos Villagrán), Don Ramón (Ramón Valdés), Doña Florinda (Florinda Meza), el Profesor Jirafales (Rubén Aguirre), Noño (Édgar Vivar), La Bruja del 71 (Angelines Fernández) y La Chilindrina (María Antonieta de las Nieves).
Otros adorados que encarnaba Chespirito fueron el Chómpiras, el Doctor Chapatín y Chaparrón Bonaparte, entre otros, que formaban distintos sketchs en los que participaban los actores anteriores que mutaban en distintas creaciones.
No conforme con sus éxitos, tomó las riendas de su propia producción y comenzó a dirigir, dando a cada uno de los personajes secundarios cada vez más fuerza e igual participación, muy novedoso para la época.
El final del equipo
La fama de estas caracterizaciones llevó a comenzar con giras por varios países y a despertar el fanatismo de miles de personas en los teatros y en las calles.
Esto trajo grande ausencias, distancias e infidelidades, lo cual generó su separación con su primera esposa, Graciela Fernandéz, con quien tuvo seis hijos. Florinda Mesa fue su segundo amor y quien estuvo a su lado hasta el final de sus días.
De sus más exitosas interpretaciones salieron frases como, «que no panda el cúnico», «lo sospeché desde un principio», «todos mis movimientos están fríamente calculados», » fue sin querer queriendo», «es que no me tienen paciencia», y otros tantos dichos, frases o refranes confundidos, que despertaron la risa de una inmensa audiencia alrededor del mundo. Atento observador de sus hijos y sobrinos, Gómez Bolaños confesó que muchos de estas frases y otros aspectos los copió de ellos.
A lo largo del tiempo, el cine lo pedía, y comenzaron a surgir films con los mismos actores pero distintos personajes, conquistas que se sucedían una tras otra, como El Chanfle y El Chanfle 2, entre otros.
El ocaso del programa fue gradual. Comenzó con algunas peleas, en la mayoría de los casos por el uso de los nombres ficticios por parte de los actores por fuera del programa –los casos más conocidos fueron con Carlos Villagrán y María Antonieta de las Nieves- y las desapariciones físicas de otros como el Chato Padilla, Angelines Fernández y el más entrañable Ramón Valdés.
El programa duró ininterrumpidamente 25 años, cuando Chespirito, transitaba los 66 de edad. Terminó en 1996 y hasta el día de hoy continúa con repeticiones.
Retornó al teatro, pero no con los personajes de la tele. Así la obra titulada 11 y 12 fue la que tuvo mayor éxito en México.
Fue activo políticamente (y controversial en muchas ocasiones) con posturas criticadas.
Cuando El Chavo cumplió los 30 años, en 2000, Chespirito recibió un homenaje denominado ¡No contaban con mi astucia!, organizado por Televisa.
En 2013, recibió el Premio Ondas Iberoamericano a la trayectoria más destacada en televisión.
Los años previos a morir, Chespirito quiso estar a la altura de las circunstancias de la modernidad e incursionó en la red social Twitter. Llegó a tener más de 6 millones de seguidores, plena demostración del cariño y la nostalgia que despierta hasta el día en el mundo entero.