El caso ocurrió en Sarandí Grande. Allí, un hombre de 30 años intentó asesinar a su padre con un arma blanca.
La situación se dio de forma particular. El padre, un hombre de 58 años, dormía entonces. En determinado momento sintió un fuerte dolor en el cuello.
La sorpresa fue aún mayor cuando comprobó que se trataba de su hijo que estaba sobre él, clavándole levemente un cuchillo, lo cuál llegó a generarle una herida.
Afortunadamente el hombre logró escapar a la situación sin riesgo de vida. Tras recibir asistencia médica, el procedimiento fue derivado a la Comisaría Especializada en Violencia Doméstica y de Género, y se realizaron las actuaciones en forma conjunta con Fiscal de turno.
Por las circunstancias, el autor fue evaluado por el Instituto Técnico Forense, que efectivamente confirmó que el hombre no estaba en su sano juicio.
Culminadas las actuaciones y ante audiencia en Sede del Juzgado de 1er Turno, la Magistrada Actuante decretó la formalización del caso. El hombre fue encontrado autor inimputable de un delito de acometimiento con arma en reiteración real con un delito de lesiones personales en grado consumado.
Se estableció su internación provisional en el Hospital Vilardebó, debiendo informarse la evaluación médica en el plazo de 60 días.