El fuego se originó en predios próximos a tres bases militares: el Batallón de Ingenieros de Combate N°2, el de Infantería Mecanizada N°15 y una de las unidades con mayor riesgo, la Planta de Explosivos del Ejército.
Sin embargo, la unidad más cercana, de ingenieros de combate, reaccionaron rápidamente.
Las llamas se ubicaban detrás de un predio de entrenamiento y un polígono de tiro. Debido al viento, en pocos minutos ya habían extendido por casi una hectárea.
Pero más de 50 efectivos rodearon el siniestro y lograron sofocarlo.
Debido al riesgo y cercanía de las unidades, el Centro de Emergencias activó los protocolos de asistencia y un camión con 10.000 litros de agua asistió en las tareas de enfriamiento junto a la maquinaria pesada de la unidad.