El caso comenzó con la víctima siendo menor de edad.


La ahora mujer de 43 años estaba en una dependencia de INAU en Montevideo, a la cual había llegado desde el interior. Posteriormente se alejó y comenzó a venir a Florida a la casa de uno de sus hermanos.
Teniendo aún 17 años se registró el primer abuso. Tristemente para ella, también su primera relación sexual.
Típico de estos casos, hubo amenazas hacia la víctima. El hombre, con pareja e hijos, le dio un lugar para vivir en el fondo de su casa.
Aunque pudo alejarse por un tiempo, los fines de semana volvía, donde cada poco tiempo, continuó siendo víctima de las relaciones incestuosas.
En pocos más de 15 años nacieron tres hijos, todos por las relaciones de abuso y amenazas. Lamentablemente, y de lo que se presume como causa del incesto, todos nacieron con mutaciones genéticas, desarrollándose con algún tipo de discapacidad y problemas de salud, según indicaron fuentes de la investigación.
Con el tiempo, finalmente la relación estricta que el hombre tenía sobre su hermana se rompió.
Allí, la mujer comenzó su primera relación con una pareja externa al abuso, que ante algunas sospechas, decidió radicar la denuncia que reveló la aberrante situación.

Finalmente, el implicado H.F., fue condenado a ocho años y medio de prisión por violacion, abuso, atentado al pudor, y violencia doméstica todos en reiteración.
El condenado no tendrá posibilidad de redimir pena luego de admitir el caso ante la minuciosa investigación que realizó Fiscalía y la Justicia junto a la Policía y otras unidades.

NdeR.

Para evitar la revictimización se omitieron algunos datos.