Este año, una vez más, la voz de los que no están resonó en Florida. Y lo hizo a través de la oratoria de Brian Campaña, quien con firmeza, dolor y memoria desgranó una por una las heridas abiertas del pasado reciente. “Un año más soportando el silencio cómplice de los genocidas”, arrancó, marcando el tono de una jornada atravesada por la indignación persistente y el compromiso irrenunciable con la verdad.
Campaña no ahorró palabras. Denunció con claridad que mientras las Fuerzas Armadas siguen negando información, los antropólogos trabajan “palmo a palmo a tientas oscuras”, removiendo la tierra para encontrar lo que los cobardes callan. Este año, dijo, “la tierra volvió a hablar”: apareció Amelia, embarazada, secuestrada en 1977 por el OCOA, torturada en La Tablada y desaparecida. Su hallazgo no es un cierre, sino una confirmación del horror.
Pero no fue solo Amelia. En esta crónica del dolor, Campaña fue enumerando los nombres, los casos, los fallos judiciales que este año quebraron, aunque parcialmente, ese pacto de impunidad: la condena al “turco” Arab por los fusilamientos en Soca, la sentencia contra Miguel Sofía por su rol en el Escuadrón de la Muerte, el proceso a Dardo Barrios por el asesinato del fotógrafo Eduardo Mondelo. “Este año también declaró Bertolotti –denunció Campaña–. Fiel al silencio, mintió y ocultó.”
Nombró también a los adolescentes y jóvenes torturados, a Luis Eduardo Arigón, a Gilberto Colman. Evocó a Pedreira Brum, hallado en una fosa común en Buenos Aires. Y denunció la farsa de la respuesta militar a una orden verbal del ministro Javier García: “no encontraron información”. “Una tomada de pelo”, sintetizó Campaña.
Cada palabra era un latigazo de verdad. Cada nombre, un eco de la historia que se resiste a ser enterrada. La lista de procesados este año es larga, pero el silencio institucional sigue siendo más profundo. Quedan 14 prófugos, recordó el orador, mientras el fiscal Perciballe prepara pedidos de extradición. El reclamo se repite, urgente y doloroso: ¿Dónde están?
Antes de cerrar, se pidió un aplauso para Belela Herrera, referente ética y política, luchadora incansable por los derechos humanos, recientemente fallecida. Y extendió la invitación a seguir recordando y resistiendo: el jueves 29, se proyectará “Aún estoy aquí” en el cine Florida, con entrada libre.
La ceremonia terminó con flores, velas y fotografías en el sitio de memoria que recuerda a desaparecidos y encontrados víctimas del terrorismo de Estado. Pero lo dicho quedó suspendido en el aire como una verdad que arde. Porque como recordó Campaña, este año, una vez más, la tierra habló lo que los cobardes siguen callando. Y no se callará. Porque la memoria no olvida. Porque la justicia aún camina. Porque el silencio no puede ser eterno.
Nunca más terrorismo de Estado.