El incendio en Punta del Diablo se mantiene semicontrolado, pero se supone aún mucho riesgo. Al amanecer se retomaron las tareas de extinción del incendio que se registra cuatro kilómetros antes de llegar al balneario de Punta del Diablo, dice la crónica del corresponsal de El País, Eduardo González. La  situación fue calificada como semicontrolada, según informó a El País el oficial a cargo del operativo, Joaquín Elizondo. Un foco de los tres actuales son los que conllevan mayor preocupación.

A la una y treinta de la madrugada se había dejado la tarea quedando un piquete de vigilancia como parte de una acción frontal ante un incendio sumamente riesgoso en cuanto a su potencial en materia de propagación, dada la zona boscosa de pinos, acacias, eucaliptus, raleo y todo material seco y de alta combustión.

Cincuenta bomberos, cuarenta efectivos entre militares, personal de la Intendencia Departamental y del Municipio de Castillos, al igual que personal policial, sumado a grupos de vecinos, continúan tratando evitar las lenguas de propagación del incendio, mientras que la maquinaria pesada realiza cortafuegos y abre el paso para las autobombas que ingresan en la medida de lo posible.

Tres motoniveladoras, dos buldozers y cuatro autobomba integran la maquinaria que se siente trabajar desde la ruta Nº 9, a la altura del km 294, lugar donde se iniciara el fuego.

 

Hasta el momento, no hay casas en peligro se informó a El País, llevando de esta manera tranquilidad a los vecinos de Punta del Diablo y La Esmeralda, balnearios equidistantes al punto del incendio.

El mayor enemigo es el viento, cuyas rotaciones hacen variar la dirección del fuego y un severo problema para quienes tratan de sofocar el incendio, dinámico y cambiante.

El foco comenzó a media tarde sobre el kilómetro 294 de la Ruta 9, a unos cuatro kilómetros del balneario Punta del Diablo. Un productor rural de la zona, densamente boscosa y próxima a la playa La Viuda, alertó a los Bomberos.