Tras ser denunciados penalmente, la causa se archivó. No se pudo comprobar la supuesta faltante de más de $800.000 y ahora se exige una disculpa pública de parte de la actual directiva.

Así lo expuso este jueves, el representante legal de los trabajadores, Jorge Reyes, quien dio a conocer el fallo de la Justicia, que se resolvió el pasado 4 de noviembre. Luego de un mes de espera por una disculpa personal, los siete trabajadores: Omar Paredes, Julio Tarrich, María Elena Rodríguez, Jorge Suárez, Teresita Angelero, y Pablo Pérez reclama ahora la disculpa pública al haber sido absueltos de toda culpa por la denuncia presentada por la actual directiva encabezada por Leonardo Prisco.
“Esperábamos no hacer esta conferencia. Los hechos a más de 30 días de un archivo de una denuncia penal, obligan a ellos a hacer una declaración pública, después de más de un año y medio de que fueron lapidados gremialmente, políticamente, mediáticamente y por último judicialmente”, apuntó Reyes.
LAPIDARIOS Y COBARDES. En el año 2012, los dirigentes de la Asociación de Funcionarios de Comef (Afuc) encabezados por Julio Tarrich, y que ocupaban distintos cargos directivos, fueron expulsados por una asamblea gremial sin derecho a defensa por la supuesta faltante de 857.000 pesos.
“Primero fueron expulsados y después se les solicitó si querían hacer algún tipo de descargos. Es como si la Justicia los hubiera condenado y después de la condena les hubieran dicho que se podían defender”, ejemplificó el profesional.
Para Reyes “hubo una lapidación”. “El otro día alguien hablaba de linchamiento, pero yo digo que no, que fue una lapidación, porque el linchamiento es más honesto.
En un linchamiento alguien le tira piedras a otro para hacerle daño; acá empezó una campaña mediática en el mes de agosto de 2012 que, como recordarán, salieron en todos los medios de comunicación, en las todas las redes sociales”.
Allí recordó los titulares de prensa como:“Casi un millón de pesos faltan en el sindicato de Comef”, “Falta un platal del sindicato de Comef”, “Afuc vacunada con 857.000 pesos” o en diarios nacionales: “Siete sindicalistas fueron desafiliados por sus compañeros…”
Reyes también citó la publicación del semanario “El Bocón”, “donde inclusive se señala -y lo dice la prensa- que nosotros creeríamos que sería bueno que se dieran las caras a la hora de denunciar algo tan delicado y no cobijarse en el anonimato”.
“Así de cobarde fue y no contentos con haberlos expulsados, y haberlos lapidados mediáticamente, se optó por algo mucho más grave: hace exactamente un año fueron denunciados ante la Justicia Penal por delitos no menores como apropiación indebida y falsificación documental”, apuntó el abogado.
DESAGRAVIO. Reyes consideró la acción de este jueves como un necesario acto de desagravio para comentar lo sucedido y exigir la disculpa.
“Al mes de la denuncia ya estaban imputados por los dos delitos -y como aquello del Cesar que no basta serlo sino parecerlo- es absolutamente necesario en un acto de desagravio comentar algunas cosas porque hubo un tema absolutamente personal. Tal es así, que nosotros lo primero que dijimos es que tenía que declarar el Sr. Leonardo Prisco, porque evidentemente había cuestiones de relaciones personales”.
Empero, fue enfático al señalar que “de ahí a plantear una denuncia penal es muy grave. Quedó demostrado con tres contadores, uno designado por la actual directiva, otro independiente y otro por el Instituto Técnico Forense, que dicen que no existió delito, pero dicen más”.
Los trabajadores, explicó, intentaron ordenar “un cáos administrativo histórico” que tenía el gremio de los funcionarios.
“Surge de la actuación que el desorden data de mucho antes de que asumieran los miembros de la directiva denunciada. Y surge asimismo un trasfondo político gremial derivado de índole personal, Esto no lo dice este representantes ni los funcionarios; lo dice la Fiscal Letrado, Adriana Edelman”, detalló al hacer referencia a un fundamentado archivo.
ESCRACHE Y RESARCIMIENTO. Reyes explicó que el daño personal a cada uno de los trabajadores fue de “gravedad” y aún se analiza el resarcimiento.
“Detrás de cada funcionario hay una familia, hay hijos, nietos, esposas, esposos, amigos, pero está el buen nombre y el prestigio de cada uno.
El que no ha tenido una denuncia penal no sabe, por más que tenga la conciencia tranquila, que no es nada lindo ir a un juzgado, no es nada lindo ser imputado, no es nada lindo que su nombre aparezca en todos los medio de comunicación, y no es nada lindo las descalificaciones por problemas políticas o peor, por problemas personales.
Por eso hablaba de lapidación: primero fue en forma anónima, después se empezó a dar la cara y de una forma fascista, fueron escrachados, textual lo que dijo el actual presidente que él estaba autorizado a un escrache público, y está en el expediente penal”.
Sobre el resarcimiento “se valorará” aunque se indicó que “no es el momento, pero el daño ha sido muy grande”.
Tras el archivo definitivo, Reyes volvió a insistir en que “las denuncias fueron falsas, no tuvieron oportunidad de defensa gremial y están a disposición los documentos de una abusiva denuncia penal”.
Sobre las motivaciones que llevaron a la acción, el abogado explicó que no hay mayores interpretaciones y que, si bien no se entiende, hay un afán de poder.
“Los motivos son claros: una directiva que avanzaba en darle prolijidad a una gestión y que, al año, prácticamente, se dio un golpe gremial, sumado al mediático y la denuncia penal. Los motivos, entrando en la opinión, es que hay un afán de poder, y se eligió la peor forma, que es un escrache público a estos siete trabajadores que lo único que querían era trabajar en forma honoraria en beneficio de un gremio muy querido y respetado”.
UNA DISCULPA. Con un dictamen fiscal que tiene más de una hoja, un expediente de 220 fojas, audiencias interminables, intervención de más de 20 personas, contadores, y la demostración no solo de la inocencia sino de que “el desorden no fue de esta directiva”, los trabajadores no evalúan por el momento volver a integrar la directiva y solo buscan la disculpa pública.
“La relación con sus compañeros es excelente, siempre contaron el apoyo, muchos de ellos siguen afiliados, pero evidentemente con el promotor no existe nada personal, pero la relación no es lo mejor.
La sensación es agridulce: contentos de haber terminado esa pesadilla que en ningún momento hubiese gustado que pasara, contentos porque a nadie le gusta estar en un juzgado penal, pero lamentablemente, el haber pasado por todo este proceso, realmente no fue nada grato para ellos”.
Tras la trabajosa instrucción Reyes concluyó que “el problema fue que querían blanquear una situación que estaba realmente desprolija, pero de ahí a hablar de ilícito penal, y expulsarlos de un gremio, y lapidarlos mediáticamente, hay un abismo”.
Por último, se reiteró que se espera la disculpa pública “y también mano a mano (porque) el problema es con la directiva actual”.
Para los trabajadores, “es muy importante”, dijo Reyes. “No es ganar y perder, es que fueron expuestos y lapidados, y hoy se hace un acto de desagravio más que merecido con gente trabajadora y que tiene una reputación de años en la cooperativa y en la sociedad de Florida.
“Los instrumentos fueron gremiales, la prensa, y en forma cobarde en algunos casos, y también se usó el Poder Judicial. Hay un tema claro de poder, porque el actuar de ellos fue correctísimo. Cayó toda una directiva e incluso hay que gente denunciada que no era de la directiva. Es raro, y entramos en un terreno de presunciones, pero las 220 fojas, fueron archivadas con un sólido fundamento”.
Hay varias cosas para comentar del caso por lo que se sabe, y los que estamos en comef sabemos bien, sabemos bien que en un año se generó una deuda de apróximadamente 250.000 pesos con las FUS, sabemos que se le pagó el fondo de auxilio por enfermedad a una funcionaria que estaba cerificada en comef pero que trabajaba particularmente al mismo tiempo. También se habla de que el abogado de de estos siete lo pagó COMEF ya que a la direcrtiva de la institución le es un grano en el cu…. la actual directiva. Sin dudas que por lo menos hubo desprolijidad
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