Una potencia del fútbol como Alemania sometió a Brasil. Le ganó por 7 a 1 y lo dejó fuera de la final en su país.
Tal como marcan varios medios, cualquier adjetivo es escaso para describir la victoria: paliza, humillación, cachetazo histórico, y hasta Mineirazo, como tituló Fhola.
El fútbol alemán fue total. Hubo toques, precisión, buenos pases, destacada marca y hasta las atajadas de Neuer, en una semifinal histórica por donde se la mire. Los de Joachim Löw golearon 7 a 1 a Brasil. Y ahora, con una tranquilidad enorme, esperan por Holanda o la Argentina en la final del domingo.
El noqueo fue desde el vamos. Alemania metió cinco goles en 29 minutos. Allí, ya se pensaba que los alemanes bajarían la marca y esperarían hasta el final. Pero lejos estuvo de eso la mejor selección del mundial hasta el momento. El baile seguiría.
Müller, Klose, Kroos (dos veces) y Khedira fueron los que definieron a la red en el lapidario 5-0 de la primera mitad, y Schürle, que ingresó por Klose, completó el siete.
El scratch de Scolari no pudo reaccionar. Hizo cambios en el segundo tiempo, pero Alemanía volvió a atacar como si el partido fuera en cero.
Brasil tuvo chispazos, y para colmo de males, se encontró con un enorme arquero Neuer. Tapó casi todo, porque al final Oscar anotó de contragolpe el tanto del honor o la vergüenza: 7 a 1.
Muchos se anticipan a dar campeona a la escuadra alemana, y aunque falta, es de temer. Holanda y Argentina se miden este miércoles, pero seguramente, ambos pensarán en el rival que los espera si pasan.