Con el nivel de las aguas bajando, varias áreas de la intendencia comenzaron la reparación de daños en mobiliario urbano, la recolección de elementos arrastrados por la creciente y el arreglo de calles con afectaciones severas, principalmente en rambla Piedra Alta y otros puntos de la ciudad.

Uno de los puntos más críticos fue la rambla. Allí, la fuerte corriente provocó grandes pozos, retorció los hierros de la ciclovía y terminó arrancando las luminarias solares que venían con resistencia a varias crecientes pero no una de esta magnitud. 

Además, varias unidades trabajan en una gran dispersión de residuos y elementos arrastrados por la creciente que llegaron a lugares y entornos dentro de la ciudad.

Los trabajos continuarán hasta finalizar un relevamiento por todos los lugares donde el agua inundó.