Así quedaron lo que ahora, lamentablemente, son ruinas de una fábrica floridense. El humo aún se eleva desde los restos. Algunos metales de las máquinas se doblaron, al igual que el portón.

Faltan partes de la estructura que cayeron en la noche al igual que el techo. Lo que fueron chapas, tirantes y otras partes de la construcción se confunden en un piso con varios centímetros de escombros, carbones y cenizas.

El daño irreparable genera desolación dentro del lugar que ahora, está cercado por el inminente peligro de derrumbe.