El Obispo Emérito de Florida, Mons. Raúl Horacio Scarrone Carrero, falleció a la edad de 90 años.

Corre sangre floridense por mis venas. Soy floridense porque mi madre nació acá y mi abuelo, cuando llegó de España, se instaló en Mendoza Chico con una bodega”, recordó Scarrone con claridad en oportunidad de ser distinguido como Ciudadano Ilustre de Florida.

Scarrone en una celebración por la Virgen de los Treinta y Tres. Foto: FD.

Scarrone se encontraba en cuidados paliativos afectado por una enfermedad cardíaca avanzada.

Las palabras del Papa Juan Pablo II marcaron sin duda el camino de Scarrone en Florida.

Primero por su designación para la atención de la diócesis Florida-Durazno con el objetivo de “con todos y para todos” y luego con la hasta ahora única visita de un obispo de Roma a la capital de la Piedra Alta.

Me ayudó mucho desde el principio y desde el 87 venía con la consigna que vendría, lo cual me ayudó a abrirme en la ciudad de Florida.

Como en el mar, me zambullí en Florida con la posibilidad de conocer a todos”, contó alguna vez.

Mons. Raúl Scarrone. Foto: FloridAdiariO

El entonces intendente de Florida, Carlos Enciso, destacó que Scarrone recibía “una justa y merecida distinción, difícil de dividir entre el hombre y su trayectoria personal porque evidentemente es parte de algo que destacamos en nuestra fe católica, que puede estar vinculada, pero que es indisoluble a los valores de esa fe que ha pregonado en el mano a mano y con los testimonios por la gente”.

Corre sangre floridense por mis venas. Soy floridense porque mi madre nació acá y mi abuelo, cuando llegó de España, se instaló en Mendoza Chico con una bodega”

Lo mismo le destacaba la entonces Secretaria General de la comuna, Macarena Rubio.

Tanto ha hecho y dejado, que es imposible enumerarlo, ha dedicado su vida al servicio de los demás”.

No me he sentido defraudado” y “permanezco todavía hoy con los ojos bien abiertos, asombrado aún por tanto amor como el Señor me regaló”, aseguró el Obispo emérito de Florida, Mons. Raúl Scarrone, al repasar sus 60 años de sacerdocio, en la Misa celebrada el sábado 26, en el Santuario Nacional de la Virgen de los Treinta y Tres.

En oportunidad de la celebración del sexagésimo aniversario de su ordenación sacerdotal acaecida el 24 de setiembre de 1955, el Papa Francisco le agradeció por “su diligente y múltiple obra pastoral, bien cumplida en bien de los fieles que le fueron confiados”.

Mons. Scarrone narró que en su primera Misa dijo que si “después de muerto abrieran mi corazón, deseaba se encontrara una sola palabra que sintetizara lo que he sido y he querido ser y esa palabra es: SACERDOTE”.

Esa palabra, resumió entonces citando a Benedicto XVI, muestra la audacia de Dios, que “conociendo nuestras debilidades nos ha considerado capaces de actuar y presentarnos en su lugar, que confía tanto en nosotros hasta abandonarse en nuestras manos (con las que bendecimos, perdonamos, celebramos la Eucaristía y ungimos)”.

JUAN PABLO II

Pero como señalamos antes, Scarrone marcó incluso en su Escudo episcopal esa guía que le significó Juan Pablo II:

Se distinguen tres signos que expresan mi sentir de sacerdote: Un Pan Partido símbolo de la Eucaristía, centro de la vida de la Iglesia y sacerdotal. Jesucristo Pan Partido que da su vida por los demás.

Una estrella, María Estrella de la Evangelización bajo cuya protección he consagrado mi vida.

Cinco espigas que recuerdan las palabras de Jesús: “La mies es mucha los obreros pocos”. Una de mis prioridades en la vida sacerdotal, el trabajo por las vocaciones al ministerio consagrado.

Y el lema tomado de San Pablo:

LA VERDAD EN LA CARIDAD” que expresa mi deseo de caminar siempre en la verdad, que es el mismo Jesucristo y actuando con caridad, con amor, que es el amor que Dios inmerecidamente me ha regalado para compartirlo”.

Este miércoles, se realizará la celebración de la eucaristía en el Santuario Nacional Virgen de los Treinta y Tres y luego de la Santa Misa, se acompañarán los restos hasta el cementerio local.

Desde la iglesia se indicó a las personas que deseen participar, anotarse llamando al 4352 2285 o personalmente en el Despacho Parroquial a partir de las 8 horas. 

El templo se abrirá a las 11 horas sólo para los anotados. Y se recuerda la necesidad de cumplir estrictamente el protocolo sanitario.

 

| Con datos de la Conferencia Episcopal del Uruguay