Mientras que el público se quejó de que fue “menos” los artistas que llegaron desde “afuera” piden profesionalidad.

Que hubo menos no tiene discusión. Que avanzó en lo profesional tampoco. Así fue el arranque del “Carnaval 2012” en medio de un debate por la profesionalización del espectáculo.

 

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El público aplaudió y se divirtió en ambos desfiles pero reclamó cantidad. La calidad, aparentemente estuvo. Pero la gente notó ausencias. Menos niños -o menos conjuntos con menores- que según el director de Cultura, Álvaro Riva, tendrán “su carnaval”, faltaron “scolas” y alguna comparsa.

Esto llevó a calificativos de “chaucho, cortito, muy rápido, muy poco” que se sumaron en ambos desfiles; el inaugural y las llamadas de la Avenida Artigas.

PROFESIONAL. Pero los eventos sumaron en orden, profesionalismo y concurrencia. La vallas intentaron -se podría decir – ordenar la mezcla de niños y adolescentes, y gente que ante vereda llena, optan por caminar por la calle.

La concurrencia fue masiva. Ambos corsos tuvieron las aceras colmadas por donde pasó el desfile. Además, fue colaborativo, ya que varias instituciones como la policlínica Prado Español y varias cooperativas de viviendas pudieron obtener rédito con la venta de espacios y beneficio de cantinas.

Pero el principal aspecto de este “nuevo orden” pasa por el nivel de algunos números, principalmente los que llegaron desde la capital del país.

Las scolas y comparsas que arribaron al carnaval floridenses -pese a menor cantidad de integrantes – pusieron brillo y ánimo al espectador en forma constante, tal el despliegue en este aspecto de Imperatriz, Kanela, Yambo Kenia, y Tina Ferreira que sostuvieron en puntos altos el desfile.

En los conjuntos floridenses se notó el esfuerzo y el cambio en sus desempeños y mejoras, que pese a la ausencia de la minoridad, trataron de mantener tradición, colorido, alegría y creatividad.

Consultados por FloridAdiariO, tanto Julio Sosa (Kanela) como Ferreira (Tina) se manifestaron de acuerdo con la profesionalización (ver notas aparte en minutos) pero sin la pérdida de la esencia del carnaval. “Las raíces tienen que estar”, dijo el artista.

Con defensores y detractores, el carnaval entró en debate bajo los ojos de un Dios Momo que seguramente espera más. ¿Y vos que opinás?