Imagen de la entrega de distinciones el pasado año. Foto: El Heraldo de Concordia.

El intendente de Florida, Carlos Enciso, será distinguido en Argentina como “Líder para el Desarrollo” por dos entidades federadas de municipios y el Senado de ese país, en una ceremonia que se desarrollará el viernes 30 de noviembre en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Este reconocimiento lo otorgarán la Federación Argentina de Municipios, entidad con sede en el país vecino, la Federación Latinoamericana de Ciudades, Municipios y Asociaciones de Gobiernos Locales, organismo con sede en Ecuador, y la Cámara Alta de la República Argentina.

En la ceremonia Enciso recibirá la distinción “Gobernador Enrique Tomás Cresto”, de manos de su nieto y continuador de esa estirpe política, el actual senador Enrique Tomás Cresto.

Esta será la octava edición de esta distinción, que en 2012 reunirá a gobernantes locales de México, Honduras, Panamá, Venezuela, Colombia y Uruguay.

En esta edición, Enciso será el único Intendente uruguayo honrado.

La distinción lleva el nombre del gobernador de Entre Ríos entre los años 1972-1976, que fue un pionero en su país de la integración regional entre provincias, y procura destacar la capacidad de los nuevos liderazgos en la búsqueda de horizontes comunes.

Este programa de distinciones fue declarado de interés parlamentario por el Senado de la Nación Argentina, porque propone partir de una estrategia de desarrollo que busque el reconocimiento del continente latinoamericano con la mira puesta en lo regional.

El cometido de esta distinción es abrir espacios y generar ámbitos de trabajo perdurables en el tiempo, multiplicando la producción y el intercambio de experiencias y oportunidades con el objetivo de fortalecer los gobiernos locales.

La red de países involucrados al programa son Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Israel, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Venezuela y Uruguay.

Reseña biográfica / Don Enrique Tomás Cresto
El 11 de diciembre de 1911 nace en Concordia, (Entre Ríos) un protagonista de la historia, que durante más de medio siglo fue partícipe de los acontecimientos trascendentes de su país y su querida Provincia. Siendo adolescente aparece su vocación por la política, pasión que lo acompañaría hasta el último segundo de vida.

En su juventud adhirió tempranamente al peronismo; seducido por esa doctrina popular que iba a transformar la realidad social de la Argentina.

En 1948 es electo diputado provincial y marca rápidamente una impronta de trabajo solidario y comprometido con la gente. En 1952 asume como senador provincial y ocupa la Vicepresidencia Primera de la Cámara. En el mismo período también se desempeña como delegado de la Dirección Nacional de Vialidad, donde promueve una amplia renovación de los caminos rurales para favorecer la salida de la producción.

En 1955 se produce el golpe militar conocido como Revolución Libertadora. Don Enrique, aun sabiendo que iba a ser detenido y que su vida corría peligro, construye una vía de escape hacia Uruguay para permitir la salida de los políticos y gremialistas que huían por temor a ser asesinados. En aquellos tiempos difíciles siguió marcando rumbos, fundando la Cooperativa de Arroceros, la Cooperativa de Olivicultores y Citricultores; impulsando la creación de la Asociación de Citricultores, la Junta Provincial de la Citricultura y la celebración de la Fiesta Nacional de la Citricultura.

Antes había sido el principal gestor de la Asociación de Productores de Frutas y de la Asociación de Empacadores de Frutas. Se dedicó también a la producción de miel e incursionó con éxito en la olivicultura.

En 1972 es electo presidente del Consejo Provincial del Partido Justicialista y en 1973 la decisión popular lo consagra Gobernador de la Provincia. Poco después asume la presidencia de la Liga de Gobernadores Peronistas y es designado por el Consejo Nacional del Partido Justicialista para viajar a España y acompañar al General Juan Domingo Perón en su histórico regreso a la Argentina, tras casi dos décadas de exilio. Entre 1973 y marzo de 1976 impulsa la producción, la industria, la exportación.

Construye caminos, arregla las rutas. Mejora las condiciones de los establecimientos escolares, erradicando completamente las escuelas ranchos. Construye más de 370 escuelas y dispone la creación de nuevos institutos secundarios.

Al mismo tiempo se desarrollan planes de alfabetización de adultos, programas de construcción de viviendas, avances en los hospitales, etc.
El 24 de marzo de 1976, el golpe militar, autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, interrumpe el sistema democrático y establece una dictadura genocida. El Gobernador Cresto es el primer detenido en Entre Ríos.
Juzgado y condenado por un Consejo de Guerra, sufre la injusticia de ser encarcelado por largos y penosos años. En 1982 la justicia dispone su libertad declarándolo inocente y «resguardando su buen nombre y honor». En la década del noventa, el Consejo Nacional del Partido Justicialista lo designa «Héroe de la Resistencia Peronista». Es el único entrerriano que recibe tan significativo galardón.

El 30 de diciembre del año 2000 muere en la ciudad de Concordia. Sus restos son velados en el recinto del Concejo Deliberante. En el cementerio lo despide una multitud. Embajadores, gobernantes, autoridades nacionales, provinciales y municipales, dirigentes políticos, opositores y adversarios.
Don Enrique entró en la historia como el último caudillo peronista de Entre Ríos, reconocido por su nobleza y su coraje inclaudicable. Fue un hombre que amó a su tierra y a su gente.
Fue un precursor y un artesano. En su obra interminable está reflejada la generosidad de su espíritu. Enrique Tomás Cresto le rindió homenaje permanente a los valientes, que sin egoísmo escribieron páginas de gloria entregando su vida para que perduren sus convicciones.

Con información de El Heraldo de Concordia