El equipo técnico felicitó a una mujer por su nueva casa en el asentamiento y ahora no la pueden construir. A otra, no se le aprueba hasta el momento que viviera desde el 2008 en el lugar. Y los trabajadores le reclaman materiales de buena calidad.

Paralelamente, un técnico afirmó que tiene contrato con la comuna, y otro dice que ya se venció.

“Soy de la tercera etapa y no me entregaron la casa. Estuve censada en el 2008, pero me quieren dar una casa alternativa. Y me puse a comprobar. Ellos perdieron una carpeta que está dentro de la intendencia”, dijo Liliana Luzardo.

Este es uno de los casos reclamos que recibió Jorge Girasol. El “operador social”, tal como él mismo se definió, contradijo para responder a otro integrante del equipo, el arquitecto Jorge Silva.

Luzardo acusó que su vivienda debió ser entregada en la tercera etapa. La causa de que así no fuera, es que no figuraría en el censo de 2008.

“En el 2011 se hizo un ordenamiento en el cual todos estuvieron de acuerdo, quienes estaban en 2011 y 2008. Ella aduce que si, y ahora está en la órbita de la comuna de buscar pruebas”, dijo Girasol.

Una de las pruebas que presentó Luzardo es un recibo de UTE de 2008, que acredita que allí vive desde ese año.

“A nosotros que tenga una vivienda de dos o tres dormitorios, o una alternativa… nosotros nos tenemos que signar al censo. Al anterior (censo) le damos validez para reconocer a los vecinos para la vivienda. Cuando nos dan los datos, no figura Luzardo”, dijo Girasol.

Una carta del arquitecto dice lo contrario. Da Silva afirma en el escrito que Luzardo sí estaba. Ante ello, la respuesta de Girasol: “Está mal redactada, pregúntele a él. Los vecinos dicen que ella en 2008 no estaba en el barrio. Hay una casa donde vivía, pero era otra gente. No nos acusen por cosas como que tenemos mala intención”.

TE FELICITO…NO TE HAGO LA CASA. Micaela encabeza el otro caso. Vive en un “amplio galpón” junto al asentamiento. Se le prometió casa, se la felicitó, y se le dijo finalmente que no se le podía hacer la casa.

“El famoso galpón”, dijo Girasol, se trata de lo siguiente: el equipo técnica reformaría ese lugar para “convertirlo” en casa de por lo menos tres dormitorios. Los asistentes concurrieron y felicitaron a la madre de tres hijos por la “nueva casa” que tendría.

Pero, cuando se vació el lugar “había un deterioro tal que corren riesgos los techos, paredes, y por seguridad de la familia, no se puede reformar. Es una de una inversión peor que hacer una casa nueva”, dijo ahora Girasol.

“Le dimos una alternativa, pero técnicamente no se puede hacer”. Por ello, los técnicos ofrecieron una “vivienda alternativa”, que ahora no conforma a la posible “dueña” de casa.

“Me censaron dos veces, en el 2008 y en 2011. Y me corresponde una de tres dormitorios. Me quieren dar una cáscara. Yo no tengo la culpa de que me hayan ido a felicitar”, dijo la mujer.

Y luego, siguió acusando: “La intendencia juega con la gente, con los pobres, con los niños y la ilusión mía y de mis hijos queda en un tarro de basura”.

“La asistente social me dijo que no hay plata, confórmate con lo que hay”, gritó la mujer a Girasol, mientra la asistente en cuestión se alejaba del lugar.

MATERIALES. Por si fuera poco, los trabajadores reclamaron que hay al menos 30.000 ladrillos de mala calidad, por lo cual tampoco avanzarían en los próximos pasos de las obras. El caso ya sucedió anteriormente, y el equipo técnico, tuvo que cambiar y reponer materiales que, aparentemente, no pasaron por control. Ahora, Girasol concluyó: “No nos consta”.