El M€m€…

El M€m€ lo espabiló a Juvenal, que se pasó de voluto y no había apreciado qué tremebunda personalidad blanca había sido homenajeada con un rarísimo monolito, en el entorno del Teatro de Verano.

Si por algo se caracterizó Eduardo Víctor Haedo, fue por el carácter controvertido de su personalidad. Por eso, y por su «versatilidad» para adaptarse a las circunstancias políticas, y siempre caer parado, como los gatos.

Suponemos que este asunto, que puede haber generado algunos pesos para algún necesitado como Alcántara, se basa en la excusa de la ley que Haedo promoviese, referida a los derechos de autor… por la ubicación del raro adefesio… yo qué sé… Juvenal fue al pasado, voluteó la vida de Haedo y como no encontró nada de mayor destaque, empezó a suponer. Habrá que consultar con Lamaita… ¡ah, no… es verdad que ya no es blanco…!

Otra teoría sobre las verdaderas motivaciones del llamativo asunteo: Juvenal se lo achaca al carácter herrerista de Haedo. Lo que no le impedía cortarle la cabeza a Herrera cuando le conviniese. Eso, puede ser un rasgo a valorar por la grey de Enciso: herrerista pero si les conviene, no más. ¿El bordaberrísimo y delgado Comisario Intendentil estaba en el homenaje, M€m€? ¿Y el abogado «In-de-pendiente»? ¿Y el abogado Rey de Reyes? ¿Y el abogado descendiente de WC 33? La ley de Avogadro… El número de Avogadro… Al que no se le ve, es al Conde de la Santa Cruz. Es que se cansó que lo borraran, con toda seguridad… Tampoco se lo ve a Seguro Barreiro, y tampoco a los hermanos oxidados, ni a la Cocorita, ni a… Buéh… el gazebo no daba pa tantos… hubiese venido bien la carpa de un circo. Sin ofender, ¿no?

El Prado ha quedado encuadrado por dos obras tan raras como inquietantes: el Guernica para el lado del ya hediondo frigorifiquillo, y el monolito haedístico para el lado del tan desprolijo Teatro de Cacho. Los vascos blancos de Florida han resultado contrarios a los ideales franquistas de los Lacalle: alaban al Guernica de Picasso. Esto encaja con la admiración que tenía Haedo para con el dictador Franco. Aunque tal afinidad no le impedía recibir como amigo al Che Guevara y llamarle AMIGO a Fidel Castro. Visto así, Juvenal entiende las ganas locas de Enciso por homenajear a Haedo: ese fangal acomodaticio de los ideales haedísticos coincide mucho con los fangales del accionar pajarero. Por ahí ha de ir la cosa. No olvidemos que Haedo se sacó el gusto de ocupar cargos de jerarquía, muy bien pagos, durante tres décadas. ¿Qué mejor inspiración para nuestro benemérito Intendente? ¡Dale! ¡Con los blancos se vive mejor!

¡Ah! ¿Es cierto que en el diario del hijo de Riva salieron a asombrarse por la falta de respeto demostrada por el estado del busto de Ursino Barreiro, en el Prado tan venido a menos de Enciso? Lo dicho: fangales contradictorios por todos lados… El Pasquín dándole por la cabeza al Director de Cultura. ¿Será porque ya Lamaita no se deja tanto como antes?

Juvenal os saluta, oh pópulis custodiada y apajarada.