Así se desprendió de algunas de las varias pruebas de velocidad y frenado que se realizaron en el lugar donde ocurrió el siniestro en que murieron las jóvenes Lucía Borges y Saraí Arbelo. Según afirmó el Dr. Gustavo Mega, “esto no hace más que afirmar lo que pasó”.
Las pruebas fueron parte de la reconstrucción del caso realizada en la noche del jueves entre las 20.30 y las 00.18 horas.
Allí, se repasaron varios elementos, pero a consideración de una de las partes, el más importante fue la prueba de frenado a diferentes velocidades. Las pruebas buscaban establecer las huellas de frenado que se produjeron tras el impacto con la moto. Entonces, se estimó la velocidad del conductor a unos 80 kilómetros por hora.
Tras chocar con las jóvenes que murieron, en el lugar quedó una huella de 25 metros.
Ahora, y por seguridad, las pruebas se realizaron a 40 y 60 kilómetros por hora, obviamente sin impacto y de acuerdo a la declaración de los ocupantes del vehículo. No obstante, el resultado fue sorprendente.
Los frenados fueron accionados de dos maneras. Primero con el denominado freno de servicio (o freno habitual) y luego con el freno de mano.
En ambos casos las huellas fueron importantes de acuerdo a lo que se pudo escuchar en el lugar.
El análisis será parte de los alegatos para el juicio que continuará en las próximas horas.
“Arrojaron resultados de huellas muy extensas que no hacen más que afirmar lo que pasó. Acá el factor principal por el cual se produce el accidente es la velocidad excesiva, la imprudencia en el manejo, la negligencia total y la culpa gravísima que a mí manera de ver raya en un tipo de dolo”, dijo el abogado.
Mega destacó la participación de la Policía Científica de Florida, la Unidad de Accidentología Vial de la Dirección Nacional de Policía Científica y hubo un perito de parte de la defensa que hizo los contralores que corresponden.
“El accidente es pura y exclusivamente por el accionar negligente totalmente del muchacho conductor del auto, lamentablemente”.