SÁTIRA – HUMOR – OPINIÓN

POR JUVENAL                       

¡Los hombres no lloran, Carlitos! ¡No seas mariquita!

¡Si habremos oído y dicho cosas semejantes!

En estos tiempos de cambios, tenemos que entender cosas nuevas. Entender que no podemos hacer asados con leña de monte; que las empleadas domésticas no son sirvientas, ni los peones rurales, esclavos; que a la basura hay que clasificarla; que los perros no pueden andar sueltos; que el tiempo de los carros tirados por caballos ya fue; que los velorios no se hacen en los domicilios, ni tienen que durar una o dos noches; que no se puede fumar bajo techo; que dos personas del mismo sexo pueden formar matrimonio; que los colorados son un partido chiquito; que los blancos son todos de derecha; que el FA es casi de derecha; que El Heraldo ya no es una tribuna plural… y así.

Cosas veredes.

No hace mucho, Riva estuvo moqueando con Álvarez, el director de TVF, porque estaba quebrado porque la cosa estaba brava con sus empleados. Un día antes, en el mismo canal, había moqueado una empleada suya, que reclamaba haber sido objeto de violencia de género por reclamar sus derechos (con un vídeo insonoro como prueba).

Según su manera de ver las cosas, él es víctima de «operadores políticos» con piel de periodistas. Como en el cuento del zorro camuflado, en medio del rebaño, con piel de oveja. Él es periodista, pero en su peculiar cosmología, no es «operador político» ni empleado público. En fin. Así será no más.

Hace unas horas lo dijo, entre risas envalentonadas, en el mismo canal donde estuvo moqueando no hace mucho: «EL HERALDO» tornará en tribuna partidaria, más aún, en tribuna sectorial. Más, en tribuna pajarera.

«¡Jajaaaaa… y muchos van a querer expresarse en él, pero ya no va a ser posible!». Así carcajeó «vengativamente» Álvaro Riva Rey. ¿Se referiría a, por ejemplo, el Presidente del FA local? Ahí, el Oreja le dijo que él lo veía muy parecido a Martínez Muracciole. Debe haber extrañado Riva. No fue consolado como cuando moqueó aquella vez.

Juvenal opina que Riva está como aquella obra de ciencia ficción: «RECUERDOS DEL FUTURO». Porque EL HERALDO, desde que dejó de ser de los Riva, y pasó a ser «de Alvarito», ya es como él describe su futuro. ¿Cuál es la novedad?

Sí. Los hombres de ahora sí tienen autorización para llorar en público. Álvarito no es mariquita.

¡Todo ha cambiado! Pero hay quienes se resisten. Véase, si no, lo que sucede con la guía para maestros del CEIP, sobre educación sexual. Muchos están buscándole pelos a ese «huevo», como locos. Raro. Nunca dijeron nada de la Biblia, que sostiene que la mujeres que paren mujeres están el doble de días en condición de «impuras», con respecto a las que paren varones. Y en ese estado no pueden mansillar a los templos. Repásese el Levítico, si no.

Palabra de Dios.