Le deformó la cara a golpes, la ató de pies y manos y la amenazó con un cuchillo.
El autor fue condenado a seis años y medio de prisión efectiva por cuatro delitos. Así lo estableció el Juez Penal del 1er. Turno, Dr. Diego Prieto a pedido de la Fiscalía a cargo de la Dra. Lucía Nogueira que realizó la solicitud para la ex pareja se llevó la mujer a la fuerza.
La condena es por reiterados delitos de desacato agravado, un delito de violencia doméstica agravado, lesiones personales especialmente agravado y un delito de privación de libertad.
La mujer llevada a la fuerza por su ex pareja sufrió un día de terror en su vida. El pedido de la Fiscalía de cuatro delitos, la mayoría agravados, se sustenta por las pruebas y el relato de miedo al cual sobrevivió la mujer de 43 años.
Tras salir de prisión por haber violentado a la misma mujer, Ángeles Alberto Cabrera volvió a la casa de su ex.
Ella le dejó quedar unos días, pero le anunció que ya no quería continuar con la relación.
“El hombre disimuló su enojo. Luego actuó con premeditación, alevosía, superioridad y dominio del hecho”, según explicó el juez.
Después, llegó lo peor. La madrugada del 5 de junio, pasadas las 3 de la mañana, esperó que su ex pareja se durmiera y estuviera completamente desprevenida.
Después, se le subió encima y comenzó a propinarle golpes de puño en su rostro.
La mujer se despertó. Entonces le tapó la boca para que no gritase y como la víctima le hacía fuerza para evitar los golpes, le comenzó a golpear más aún y a amenazarle de muerte.
Al mismo tiempo, el hombre comprimía el cuello de la mujer con sus manos.
Así mismo, también la ató de pies y manos con unas cuerdas y la cargó en la camioneta Chevrolet S10, de color verde, que luego apareció con los signos de violencia que reportó la Policía.
Ya sobre la camioneta, pretendió ponerle algo en la boca para que no pudiera gritar.
En todo momento, Cabrera se encontraba cuchillo en mano, amenazando a la mujer, ya que ella luchaba con fuerza para lograr escapar.
Sin embargo, él continuaba con las amenazas de muerte, diciéndole que se quedara quieta.
Después encendió la camioneta. Logró realizar un corto trayecto debido a que el vehículo dejó de funcionar.
Se bajaron. Él cortó la piola de los pies y comenzaron a caminar a través de un monte, donde estuvieron toda la noche.
Más tarde, llegaron a una casa abandonada en proximidad de la estancia “El Ceibo”, donde permanecieron otras tres horas, mientras continuaba la búsqueda de la Policía.
Tal como indicaron la fiscal y el juez, el hombre violento actuó con premeditación.
“Él manifestaba que la retenía para llevarla a su casa de “La Macana”, a fin de limpiarle las heridas y curarla para que nadie la viera en ese estado”. Ese estado, según el médico forenses, Dr. Claudio Rabotti, fue de una cara «deformada por los golpes y afectación en piezas dentales», según detalló Prieto.
Su plan, era llegar de noche. Lo cual después sucedió. Pero los vecinos, estaban alerta y avisaron a la Policía, que finalmente lo detuvo y auxiliaron a la mujer.
La fiscal Nogueira explicó que el hombre no declaró formalmente (pero) aceptó una confesión de los hechos.
“No dijo que estuviera arrepentido” ni tampoco manifestó otra intención que, según la fiscal, pudo realizar en las casi 20 horas de desaparición.
Tanto Prieto como Nogueira destacaron la gran labor policial que “agotó recursos y dio con el paradero de la mujer con vida”.
Los jerarcas de la Justicia lamentaron el hecho violento y explicaron que la mujer estará bajo seguimiento multidisciplinario “para evitar que vuelva al círculo de violencia y pueda salir adelante”.