Así lo expresó la jefa comunal floridense, Andrea Brugman, en su oratoria de este 25 de Agosto en Florida.

La intendenta comenzó con el raconto histórico alusivo a los 195 años de la acción donde un grupo de vecinos de la Villa de San Fernando de la Florida «marchó hasta este peñasco para celebrar, a viva voz, las leyes fundacionales que acababan de ser aprobadas por la Honorable Sala de Representantes de la Provincia Oriental».

Fue el 25 de Agosto de 1825, en esta villa, que la asamblea que se había constituido convocada el 27 de mayo previo por el general Juan Antonio Lavalleja, daba forma a las tres primeras leyes, entre las que destaca la de Independencia.

Quedaba de manifiesto la inequívoca expresión de voluntad popular, ratificada por los legítimos representantes, de constituir una nacionalidad única ante las ambiciones de los gobiernos vecinos, fiel continuación del legado artiguista truncado por la invasión portuguesa de 1816.

De esta manera, la revolución iniciada el 19 de abril de 1825 con el legendario desembarco de los Treinta y Tres Orientales en la playa de La Agraciada, adquiría una nueva dimensión: además de organizar la lucha armada contra el poder extranjero asentado en nuestro territorio había que dar forma un gobierno y sentar las bases de la futura administración del país.

Lavalleja, como antes Artigas, apelaba así a la legitimidad popular para, sobre la base de un pueblo reunido y armado (al decir del historiador Agustín Beraza), crear un Gobierno Provisorio que rigiera los destinos de la Provincia. Combatir el yugo opresor y consolidar la patria.

Fue el 14 de junio que los representantes instalaron el Gobierno Provisorio en nuestra Villa. Fue don Manuel Calleros su presidente.

Mientras, a pocos kilómetros de aquí, sobre la costa del arroyo Pintado, se instalaba el campamento del nuevo Ejército Oriental, cuya misión principal era la de proteger al gobierno civil en funciones.

Como había ocurrido en el inicio de la Revolución Oriental en 1811, nuevamente ejército y pueblo unidos por un mismo fin formaban un bloque monolítico, convertidos en protagonistas de los hechos que estaban forjando el nacimiento de nuestra nación.

El 25 de agosto se declaraban finalmente “írritos, nulos y de ningún valor para siempre, todos los actos de incorporación, reconocimientos, aclamaciones y juramentos arrancados a los Pueblos de la Provincia Oriental, por la violencia unida a la perfidia de los intrusos poderes de Portugal y Brasil”. Reasumíamos la soberanía para darnos la forma de gobierno que estimáramos conveniente.

Fue así entonces que los legisladores, acompañados del pueblo común y las autoridades militares y religiosas marcharon hasta acá, a la Piedra Alta para proclamar al mundo, de manera simbólica, la inquebrantable decisión de ser libres.

Daniel Muñoz decía que los patriotas de 1825, al elegir esta altura para declarar la independencia “parece que hubiesen querido dar a su obra de titanes un imperecedero cimiento arraigado en las entrañas de la tierra cuya libertad proclamaban, dejando en las costas del Santa Lucía ese indestructible documento”.

Hace 195 años los patriotas, desde esta roca, fundaban nuestra nación y creaban para nosotros todas las combinaciones posibles de futuros imaginables, dejando la tarea siempre pendiente, para cada generación de dar un paso más en esa titánica labor colectiva de construir el futuro.

GESTIÓN

«Me toca la responsabilidad de hablarles hoy en calidad de intendente de Florida, cargo en el que continúo la labor de Carlos Enciso y Guillermo López, que me han precedido en estos diez años de gestión y dos períodos de gobierno», dijo para pasar a enumerar logros de la gestión.

Lo hago con el orgullo de ser parte de una comunidad de gente trabajadora, con fuerte arraigo agropecuario, que se ha nutrido de los procesos migratorios y que hoy se abre al mundo con un mensaje de esperanza, identidad nacional, prosperidad y bienestar colectivo.

Los patriotas cumplieron hace ya 195 años, por lo tanto hoy nosotros queremos asumirla la tarea y salimos al mundo buscando inversiones, desarrollo y fuentes de empleo para Florida como ya se hizo en China, en Palestina, Egipto, México y Perú.

Acudimos a la Bolsa de Valores de Montevideo con el Fideicomiso Financiero Florida 1, que ha dejado 19 millones de dólares sembrados en obras de proyección histórica. 

Hoy tenemos una red de centros deportivos que incluyen Casupá, Fray Marcos, Cerro Colorado, Capilla del Sauce y Florida. Hemos levantado el puente sobre el Arroyo Pintado, que transformó la movilidad social y productiva entre la ciudad y zona sur de nuestro departamento siendo la principal cuenca lechera del país.

Innovamos y modernizamos el sistema de alumbrado público, reemplazando 6 mil focos obsoletos e instalamos más de 2 mil nuevos, combatiendo la oscuridad y ahorrando energía. Ahora instalamos servicios con tecnología de punta.

Cubrimos más de 10 mil kilómetros de caminería rural, bituminizamos más de 2.000 cuadras en el interior y otro tanto en barrios de Florida, pavimentado con carpeta asfáltica 10 kilómetros en Cardal, 25 de Mayo, Mendoza, Sarandí Grande, Casupá y Florida, y pavimentamos con hormigón la Avenida Artigas de Sarandí Grande, la calle Acuña de Figueroa en Florida y la Plaza Artigas de Casupá.

Creamos el Espacio Multibarrial y Polideportivo “Plaza Conde de Floridablanca”, remozamos el estadio “10 de Juio”, construimos la pista de skate y cerramos la década con 17 centros al servicio de la actividad física y la salud de los ciudadanos, entre nuevos y puestos a nuevo. Sin contar la reforma que en este momento desarrollamos en el Estadio Campeones Olímpico, que dignificará a un escenario tradicional y de singular memoria histórica.

La transformación del tratamiento de los residuos, con la planta del encapsulado, la eliminación del vertedero a cielo abierto y la instalación del servicio de contenedores, ha sido seguido con atención por ambientalistas y administradores públicos de dentro y fuera del país.

Creamos un programa de Acción Social por la Música y tenemos orquestas sinfónicas y coros juveniles e infantiles en Florida y Sarandí Grande, creamos el Servicio Médico Móvil que supera los 10 mil actos médicos, levantamos 4 hogares, un moderno Centro de Artes Escénicas, 600 becas por año para estudiantes, 6 comedores municipales, 500 bonos para alimentación en invierno que este año debimos casi duplicar, una Campaña del Abrigo y el programa Tejiendo Sueños basado en la solidaridad de una enorme red de tejedoras.

Hay jóvenes haciendo música o deportes, bailando, pintando o moldeando cerámica… adultos que ejercen sus derechos, ciudadanos que comparten experiencias, desarrollan rutas turísticas y el turismo social, labran en sus propias huertas familiares o acceden micro-créditos en pequeños emprendimientos productivos o comerciales, cultivan y envasan frutos nativos…

Hoy, como en aquel lejano 25 de agosto de 1825, el pueblo y sus representantes volvemos a congregarnos en este histórico lugar para rememorar la heroica gesta y celebrar la liturgia secular de renovar el compromiso con la libertad y la soberanía particular de los pueblos.

Y, como todos los años, el pueblo de Florida recibe en esta fecha a las máximas autoridades de la República. Esta vez en circunstancias adversas, debido a la pandemia de Covid 19, que afecta al país y el mundo y que nos obliga a celebrar con los recaudos de los protocolos que pautan una “nueva normalidad”

PANDEMIA Y GESTO

Como en 1918, cuando la pandemia de gripe obligó a las autoridades locales de su tiempo a lidiar y clausurar escuelas del departamento “por tiempo indeterminado”, así hoy asumimos la responsabilidad histórica y los deberes de la hora, por la sanidad, la economía y el bienestar social de nuestro pueblo.

Sepa, estimado presidente, que en éste como en otros asuntos que comprometan el futuro de la patria y de su gente, podrá contar Ud. con el gobierno y el pueblo de Florida.

Han pasado 195 años desde los hechos que hoy rememoramos, y la ciudad de Florida, esta “cuna de la libertad” al decir de los asambleístas de 1825, se ha ido acompasando al progreso del país.

Visiones diferentes y encontradas han forjado la identidad local, nos han permitido desarrollar capacidades, crecer económicamente, ser competitivos y a la vez solidarios. Nos han dado la oportunidad de crear mejores escenarios para el bienestar y el desarrollo personal y colectivo, de enfrentar adversidades, asumir retos y mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos.

Seguiremos trazando este camino, honrando la memoria de los padres de la nacionalidad, velando por estas benditas diferencias, y con la mira puesta en las próximas generaciones, que es por las que construimos sueños y a las que nos debemos.