SÁTIRA – OPINIÓN

POR JUVENAL                       

Cuando las personas se convencen a sí mismas que «no pueden», es bravo.

No es que «no puedan» porque no les permitan o no se permitan, el NO PUEDO al que nos referimos es el NO PUEDO del que se sabe débil, falto de ideas. En dos palabras: INCAPAZ, IMPOTENTE.

La IMPOTENCIA, la INCAPACIDAD para lograr erecciones que lleven a la cristalización de la relación sexual humana, muchas veces tiene origen orgánico, pero otras muchas su causa es psíquica. Es el NO PUEDO que hoy nos ocupa. (*)

Un estudiante que se sabe incapaz, quizás podría llegar a ser capaz. O no. No creemos en aquello de «querer es poder». Pero muchas veces, casi todas, la incapacidad de llegar al logro pretendido, deseado, pasa por la pereza, la haraganidad. Pensamos que uno de los aspectos a trabajar, imprescindiblemente, para mejorar los resultados en la educación sistemática, es dejar de «hacerle mimos» a los perezosos, esos (o esas) que sempiternamente están atados a la ley del mínimo esfuerzo. Estos sempiternos pueden ser estudiantes o docentes. Nocivos ambos, pero mucho más tóxicos son los docentes tóxicos, porque COBRAN. Poco, pero cobran. Cobran para dar ejemplo a los jóvenes sobre cómo negarse a buscar soluciones con ahínco, cobran por poner palos en la rueda de cualquier idea innovadora, cobran para ser pesimistas en cuanto a las posibilidades de sus alumnos, cobran para no mostrar nada de autocrítica ni de empatía. Los estudiantes tóxicos también le salen caros al país, especialmente si son estudiantes de las carreras docentes, esas que parece que, de una vez por todas, van a llegar a tener nivel universitario. Por lo menos, así lo anuncia con vehemencia el gobierno actual, aunque también anunció con vehemencia la rehabilitación de los ferrocarriles, y la recuperación de las rutas nacionales, y poco y nada.

Pero ahora nos estamos enfrentando a la lamentable imagen que proyectan los funcionarios de jerarquía que, en base a su «cercanía» con las jerarquías electas, cobran remuneraciones muchas veces exageradas, nunca modestas, y se dan el lujo de adoptar el NO PUEDO ante cualquier posibilidad de demostrar su capacidad.

Tal es el caso de las jerarquías designadas por ser correligionarias del señor electo por segunda vez consecutiva como Intendente Departamental: el Doctor Carlos Fernando Enciso Christiansen. La «gestión Enciso» designó como Director de Tránsito al señor Fierro. El mismo fue removido cuando todo hacía pensar que las matrículas truchas y el arenero de Tinelli OAC iban a convertirse en un error histórico de la «gestión Enciso». Cuando la Justicia, insólita y llamativamente, decretó que eso estaba bien, suspiraron profundamente en la IDF a cargo de Enciso. Y suponemos que el actual Diputado floridense por el FA, le habrá reconocido razón al anterior Diputado por el FA. No olvidemos que el Dr. Álvaro Vega dijo siempre que «a la política no hay que judicializarla». El Sr. Carlos Rodríguez Gálvez se pensó que con la lógica alcanzaba, pero le faltó oficio, obvió asegurarse qué autoridades iban a considerar sus denuncias. Craso error.

El cargo que supo, o no supo, gestionar el Sr. Fierro (el hermano del antiguo Director de Obras, y ahora Director de Asuntos Varios), (que cayó en desgracia y acabó pifiando horrible, tanto que hasta con la Sra. Jaqueline Dárdano terminó), ahora está en manos del Sr. Hermógenes Fernández. La «JAKE» que aún enchastra las columnas floridenses; la alumna predilecta del Ñato Huidobro, el Ministro protector de los privilegios militares. La cadena de las remembranzas se alarga y se alarga. Ojalá fuese como la cadena del excusado, que se puede «tirar» para que se vaya el excremento. Recuerdo la portada de La República, con la foto de cuerpo entero de Dárdano,vestida de cow girl, con sombrero tejano y algunos botones insinuantemente desprendidos. Era la época de su revelación como nueva figura femenina del FA. ¿Recuerdan la carita de felicidad de la hermosa, saliendo del Centro Democrático, donde estaba el cuartel general del Intendente Electo? Con su designación para «asuntos sociales» bajo su bracito, bajo su boinita estilo Che Guevara. Pero devenida herrerista. También cayó en desgracia la Guevarita de Sarandí. Cuánta agua turbia bajo el puente, por favor…

Este señor Hermógenes Fernández, Director de Tránsito de la GESTIÓN ENCISO, salió a la prensa a declarar que «lamenta mucho el accidente fatal que se produjo en el interior del Prado de la Piedra Alta, y se llevó la vida de un muchacho de 19 años, y tiene a otro en estado muy grave.» Pero, a continuación, se dio el lujo de dejar a la luz del sol su total reconocimiento de su total impotencia, y su firme intención de seguir cobrando su sueldo a cambio de su lamentable inutilidad. Como los «docentes tóxicos», los «funcionarios de confianza tóxicos» son focos que irradian fracaso, desaliento, caída de brazos. pero son muchísimo más caros estos acomodados, que los docentes. Hermógenes, así se hacía llamar cuando quiso ser Intendente, dijo que si su renuncia puede solucionar el problema del tránsito caótico de nuestra ciudad, él renuncia. Pero como esto no solucionaría nada, entonces no renuncia y sigue cobrando su suculento sueldo.

¡Qué fácil la idea de la renuncia inútil, del inútil funcionario de confianza, y jerarquía máxima de Tránsito de la IDF! Una persona fácil, tóxica, enmarcada en una gestión que ostentó y ostenta su peculiar lema «HACIENDO LO QUE HAY QUE HACER».

El colega Del Castillo, después de clamar en su tan escuchado e inefable «Exitorama», por que ALGO HAY QUE HACER, entrevistó a Hermógenes. Y rebotó contra el muro de imposibilidades de Hermógenes, que hasta se anima a decir que la idea de hacer peatonal al Prado «traería castigo para las familias que tendrían que dejar sus autos lejos de los lugares a los que van a tomar aire y mate». Muy discutible que la medida caería mal. Pero parece que el sino es SEGUIR HACIENDO NADA AUNQUE LOS GURISES SE MATEN DELANTE DE NUESTROS OJOS. El Muro de Hermógenes, cual el Muro de los Lamentos, parece inconmovible. Los palestinos son masacrados con aviso frente al muro de Jerusalem, los gurises de las motos truchas de Florida se masacran y masacran frente al MURO DE HERMÓGENES.

Llamativamente, Del Castillo no interrogó a Hermógenes sobre el pase a escritorios de inspectores de tránsito que fueron contratados por la GESTIÓN ENCISO para trabajar los siete días de la semana. Será porque quedó mudo ante la cerrada negatividad de Hermógenes.

Los blancos piden desde hace ya años, la renuncia del Ministro del Interior Bonomi. «Porque, aunque no fuese una solución garantida al problema de la inseguridad, POR LO MENOS SERÍA UNA SEÑAL.»

Tiene su lógica.

Entonces… ¡RENUNCIÁ, HERMÓGENES!


(*)

Las lamentables declaraciones del responsable del Tránsito en la ciudad, nos trasladan de nuevo al símil sexual humano. La impotencia para cristalizar, muchas veces es de origen psíquico. El MURO DE HERMÓGENES lo vuelve impotente a Hermógenes. Aunque puede ser orgánico, el origen de su impotencia: los inspectores que terminan como administrativos, por ejemplo, o los compromisos clientelísticos. En fin. Habría que acudir al urólogo (orgánico) para luego derivar al sexólogo (orgánico-psíquico). Claro, ya sabemos cómo se atrasan y atrasan las consultas con especialistas.